xᴠɪ. ᴍɪ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ

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Ver dormir a Eda era unas de las cosas más relajantes en el mundo para Serkan, ver sus facciones relajadas mientras lo hacía le transmitía una paz que nada más en el mundo lograba, luego de que conoció a esa chica que necesitaba un hogar, apoyo y cariño no pensó que se volvería alguien tan importante en su vida, al principio pensó que era simplemente atracción, era innegable su belleza, pero con el tiempo se dio cuenta que no era así y que era mucho más que eso, Eda le entregaba algo que solo había encontrado antes en sus amigos, amor, lo entendía y no lo juzgaba, a lo largo de los años había aprendido a convivir con la soledad y el dolor, no había tenido una infancia fácil y las cosas vividas en el pasado lo habían convertido en una persona fría y amargada con la gente en general, a excepción de su grupo de amigos más cercanos Ipek, Engin y Piril, que eran los únicos con los que se permitía mostrárse tal cual era, para el resto del mundo era una persona seria y solitaria. Esas actitudes no habían cambiado hasta que conoció a Eda, la castaña había logrado que Serkan dejara caer esa máscara que era un constante en su vida y habia logrado intalarse en su corazón provocando que el arquitecto cuestionara como había estado manejando su vida hasta ahora.

Eran las 4 de la mañana y la conversación que habia tenido horas atrás con Khan lo mantenía pensando como había manejado las cosas hasta ahora, pensamientos negativos llegaban por montón a su cabeza en la cual siempre resultaba siendo el culpable de todo y esos pensamientos solo se iban cuando miraba a Eda, casi podía sentir sus labios alrededor de los suyos, en su cuello, recordaba como lo hacían sentir sus manos, cada vez que lo acariciaba o esa sonrisa que le daba tanta tranquilidad cada vez que lo miraba.

Pensaba en sacarla de la universidad, llevarla a pasear y verla sonreír, sentirla viva y olvidar esa sensación de su cuerpo frío, inerte, mas muerto que vivo aunque los doctores solo hayan prescrito una pastilla para el dolor de cabeza y una noche más en el hospital luego de que ella despertara, por precaución, estaba seguro que la imagen de Eda inconsciente en la escalera lo perseguiria por mucho tiempo.

Cuando finalmente la castaña despertó a la mañana siguiente un poco desorientada, Serkan no podía ver a nadie mas que Eda en esa habitación, quería tanto llevarla a casa, cuidarla de todo lo malo y dejarle claro lo mucho que la amaba, no tardo más que unos segundos en moverse y envolverla con sus brazos, sintiéndola viva, latiendo contra su cuerpo, su pecho retumbando con el latir de su corazón desbocado, al volver a sentir esa piel hermosa contra la suya.

-Estaba tan asustado, te amo... lo siento, no debí dejarte ir sola. - sollozo de inmediato, con voz aguda.

Eda lo abrazó como pudo con su brazo derecho, sintiendo también sus ojos escocer, lo abrazó con más fuerza y cerró los ojos por un momento, disfrutando del calor y del olor de su novio. - No es tu culpa Serkan, no te hagas esto. - contestó apoyando su cabeza contra la contraria.

-Debí protegerte, debí hacerlo, es mi culpa. - le replicó, separándose un poco para dejar ver sus acuosos ojos verdes, con los que apenas podía distinguir el rostro de Eda frente a él.

-No es tu culpa Serkan, no lo es, es mía, no debí ser tan confiada, estaba solo y pensé que no podía hacerme nada, ¿Quien iba a pensar que me empujaria por las escaleras?, pero estoy bien y es lo que importa. - le dijo quitando con su mano cada lagrima que bajaba por sus mejillas. - Y que volví a ti, de nuevo...

-Nunca te vayas de nuevo... - sollozo acariciando las mejillas contrarias. - Es la segunda vez que estas en el hospital, no creo que poder aguantar una tercera.

-No lo hare, no me iré a ninguna parte, amor. - contestó dejando caer unas lagrimas. - Aunque no te puedo prometer que nada más me pasara, ya sabemos que tengo muy mala suerte.

La pelirroja enfermera que veía la escena con ternura y porque no decir que con una sonrisa algo picara, se río y carraspeo, llamando la atención de ambos.

ɪɴǫᴜɪʟɪɴᴀ ɪɴᴇsᴘᴇʀᴀᴅᴀ [ᴇᴅsᴇʀ] Where stories live. Discover now