ɪɴǫᴜɪʟɪɴᴀ ɪɴᴇsᴘᴇʀᴀᴅᴀ [ᴇᴅsᴇʀ]

ᴠɪɪ. ɪɴᴇsᴘᴇʀᴀᴅᴏ

Dos días más tarde mientras Serkan trabajaba en unos planos sentado en el sofá y Eda estudiaba en su habitación el timbre sonó de manera insistente.

-Es que a ti no te enseña... - empezó a decir enojado Serkan mientras abría la puerta antes de darse cuenta quién era . - Piril.

-Hola  Serkan. - lo saludó la pelirroja  entrando. - Hemos decidido aceptar tu invitación, Engin viene en camino.

-¿En serio?. - preguntó abrazandola con una sonrisa. - De verdad los he extrañado un montón, pero soy un pésimo amigo, lo se.

-Así te queremos. - dijo riendo. - ¿Estas solo?.

-No, Eda esta estudiando. - le explicó apuntando su habitación con la cabeza. - Supongo que en un rato saldrá, no he querido molestarla, estos últimos días ha estado estudiando mucho para los exámenes finales.

Piril no pudo evitar sonreír, conocía a Serkan hace años y nunca lo había visto ser tan preocupado con alguien, se había enterado por Ipek que los primeros días no habían tenido la mejor relación y francamente no le había sorprendido, pero eso claramente ya no era así, con lo que había visto el día de la presentación y escuchándolo ahora, tenía más que claro que la dulce chica castaña era especial para su amigo.

Pasaron la siguiente hora riendo y hablando, poniendose al día sobre la vida del otro y que estaban haciendo por la vida hoy por hoy. Piril le había contado sobre la universidad y como estaba todo con Engin, por su parte Serkan le habló sobre su próximo proyecto y de cómo estaba siendo su relación con Eda, Piril estaba apunto de preguntarle a su amigo sobre que sentia por ella cuando el timbre volvió a sonar de manera repetida.

-Ustedes son tal para cual. - comentó el pelirrojo riendo mientras se paraba a abrir la puerta. - Engin, ¿No te enseñaron a tocar el timbre?.

-Si, por supuesto, pero me encanta molestarte. - respondió riendo antes de darle un apretado abrazo. - Te he extrañado hermano, no vuelvas a desaparecer por tanto tiempo. - le advirtió antes de separarse y saludar a su novia con una cariñoso beso. - ¿Y que vamos a comer?, tengo mucha hambre.

-Serkan pidió sushi, debe estar por llegar. - respondió Piril.

-Eres el mejor. - le dijo sentándose frente a ellos.

Eda llevaba toda la tarde estudiando, cuando escucho el timbre la primera vez estuvo apunto de pararse a ver quien era la persona que tocaba el timbre tan repetidamente, pero desistió de esa idea pensando que quizas era algún amigo de Serkan y no quería ser invasiva, después de todo era su departamento y obviamente sus amigos lo iban a visitar, una hora más tarde cuando el timbre volvió a sonar de la misma manera que antes la curiosidad pudo más y salió de su habitación con la excusa de ir a buscar un vaso de agua encontrándose sentados en la barra de la cocina a Serkan con una chica y un chico.

-Hasta que apareciste. - le dijo Serkan cuando la vio en el pasillo. - Eda, el es Engin. - los presento señalandolos. - Y bueno, ella es Piril, pero ya la conoces.

-Hola. - saludo al chico con un apretón de mano antes de girarse hacia la pelirroja. - Hola, no sabía que se conocian. - dijo dándole un abrazo.

-Si, hace años. - respondió Piril soltandose del abrazo de la castaña para luego abrazar a Serkan. - Es mi amigo robot.

Eda sonrió cuando notó la mirada llena de cariño que le dio Serkan a Piril, se notaba que tenían una relación de hermanos.

-Esta pequeña era a la única persona a la que no le podía decir que no cuando trabajaba conmigo. - comentó el arquitecto respondiendole el abrazo.