Los Amores de Olivia

Capitulo nueve

Olivia

—Siento que los chicos esta raros—le digo Alexa mientras esperamos a que el profesor venga a dar la clase.

—A veces los chicos son raros—dice mi amiga distraídamente—Tal vez si hablaras con ellos te dirían que sucede—

—Lo he intentado pero nada de lo que haga funciona—resoplo—Es difícil porque tengo un mal presentimiento—

—Debes relajarte ellos te quieren y sé que no podrían ocultarte nada—sonrió por lo que dice Alexa.

—Espero que tengas razón—

Dejamos de hablar cuando el profesor aparece y rio cuando me doy cuenta de la cara de perturbación de Alexa, sé que odia la clase de contabilidad, no la puedo culpar muchas veces es aburrida pero me gusta averiguar la manera en que las empresas manejan sus activos, es información que espero poder usar en el futuro.

Me entretengo en mi clase ayudando a Alexa lo más que puedo me entristece que este estudiando algo que odia tanto. Pero a la vez me gusta tenerla cerca, las dos tenemos una fuerte conexión.

—Tus chicos te están esperando—digo cuando salimos de clase. Alex y Luke saludan a su novia y de inmediato se la llevan.

—Adiós Olivia—dice Alexa con una sonrisa.

Suspiro dirigiéndome a mi coche el camino a casa es rápido pero me extraño al ver dos coches extraños que nunca había visto en nuestra entrada. Suponiendo que pueden ser unas visitas de los chicos me dispongo a ir a mi habitación rápido pero no sin antes ver a Tony hablando con dos hombres, dos hombres con uniformes miliares... el mismo uniforme de Kane.

Mis intentos de no hacer notar mi presencia son en vano ya que Tony y los dos hombres me miran cuando estoy subiendo las escarelas. Tony palidece cuando me mira, lo que me extraña pero no me impide acercarme.

—Ella es Olivia—dice Tony presentándome—Nuestra hermana—

Los hombres me saludan rápidamente. El hombre mayor que parece tener muchos cargos en el ejército debido a las medallas que tiene en su uniforme me estrecha su mano.

—Es un placer conocerla. Kane siempre hablaba maravillas de usted—es agridulce escuchar eso. Por un lado me alegra que Kane no se haya olvidado de mí como muchas veces siento que lo hizo y por otro lado me entristece que ni siquiera conteste mis cartas, puede hablar con extraños sobre mi pero ni siquiera quiere enfrentarme.

—El gusto también es mío—dije simplemente. El hombre miro a Tony.

—Tenemos que irnos. Seguimos en contacto— dice el hombre retirándose junto con su compañero.

Un mal presentimiento se instala en mi pecho pero esta vez más fuerte que antes, es como una corazonada, se con certeza que algo está mal. Tony intenta excusarse e irse a su oficina pero lo detengo.

— ¿Que estaban haciendo esos hombres aquí?—le pido una explicación a Tony.

—No te tienes que preocupar por nada, corazón—dice Tony acercándose pero me alejo.

—No soy idiota crees que no me doy cuenta de que Shane se la pasa bebiendo y tú no sales de tu oficina. No quería darle importancia pero te exijo que me digas que estas ocultando—estoy cansada de callar hace unas semanas vi a Shane yendo a su habitación el estado en el que estaba era deplorable y seguí viéndolo llegar así. Quería esperar el momento indicado para confrontarlo pero últimamente ni siquiera lo veo llegar a la casa.

—Está bien—suspira—Pero lo que tengo que decirte no es bueno—

Algunas lágrimas nublan mi visión porque se a lo que se refiere.