Capitulo diez

10.9K 778 28
                                    

Dos meses después

Olivia

Es diferente estar en la casa de mi abuelo, a pesar de que la enorme mansión antigua es hermosa y muy gigante me siento muy sola. Mi abuelo no es conocido por ser la persona más cariñosa del mundo, mi madre solía decirme que todo se debió a la muerte de mi abuela. El cambio porque perdió a su amor y supongo que una parte de el también se perdió. Por desgracia cuando murió mi abuela yo ni siquiera había nacido por lo que nunca puede disfrutar de la parte cariñosa de mi abuelo.

Y ahora no es la excepción.

Desde que llegue solo lo vi los primeros días cuando desayunábamos juntos, ahora ni siquiera lo veo porque se la pasa trabajando. Pero si estuviera en casa sería igual con Tony y Shane trabajando. Solo puedo llorar por la noche donde dejo que todo el dolor de la muerte Kane salga de mi sistema, pero en el día no me permito llorar prefiero levantarme, secar mis lágrimas y hacer como si nada.

Espero mudarme pronto, sé que suena loco pero quiero irme lejos de aquí. Sé que irme no solucionara nada pero siento que es igual si me quedo. He estado pensando en la posibilidad de irme con mis abuelos a Italia estoy segura de que se pondrán muy felices con la idea y hay buenas universidades ahí donde puedo seguir mis estudios.

Pero a pesar de la distancia con mi abuelo me siento mal dejándolo. Sé que está solo y en el poco tiempo que he estado aquí puedo entender que la soledad es más palpable en esta enorme casa. Emilio Montauk, es un hombre terco, nunca admitirá que me quiere cerca solo se alejara pero se lo que está haciendo. Intenta alejarme por miedo a perderme y lo entiendo desde que murió mi madre lo he visitado pocas veces.

Pero no pienso abandonarlo quiero seguir aquí a pesar de que tal vez no sea una buena idea. Pero sé que no lo puedo dejar.

Miro el hermoso paisaje que está en mi ventana. No se puede negar que la casa tiene un hermoso jardín de flores que por lo que se era de mi abuela, quien se esmeró por plantar cada flor en el jardín ahora mi abuelo se encarga de que profesionales cuiden del jardín para nunca perder esa belleza.

Bajo las escarelas hasta dirigirme a la cocina donde sonrió a encontrar Kate, la ama de llaves de la casa, ella limpia, cocina y se asegura de que todo esté bien. La conozco desde hace muchos años pues fue la nana de mi madre y ahora es la única que hace que no me sienta tan sola.

—Hola— saludo alegremente mientras entro en la cocina. Kate sonríe cuando me ve deja a un lado lo que parece ser masa para galletas para abrazarme.

—Hola pequeña—dice mientras me abraza.

Kate es otra razón por la que no me quiero ir de esta casa, es una mujer mayor y le ha dedicado su vida a esta familia, no tiene un esposo o hijos.

—Preparo tus galletas de chispas de chocolates—sonrió al escuchar eso.

—Gracias—digo sinceramente — ¿Sabes dónde está mi abuelo?—

Kate sonríe desde que llegue a intentado que me acerque a mi abuelo, ella sabe lo terco que puede ser por lo que siempre esta hay para apoyarme.

—De hecho tu abuelo quiere cenar contigo esta noche—la miro sorprendida hace unas semanas que no veo prácticamente a mi abuelo. Va al trabajo temprano y vuelve muy tarde.

— Qué raro pensé que no le agradaba—digo porque en realidad sé que mi abuelo odio a mis dos padres profundamente. Uno porque no era de su misma clase social y el otro porque no lleno sus estándares, pero mi madre siempre estuvo cerca a pesar de todo.

—Tu abuelo es un poco terco—dice Kate negando con la cabeza—No es la persona más cariñosa del mundo pero sé que te ama—

—Seguro que si—me limito a decir. Estoy acostumbrada a recibir ese tipo de amor. El que no es cariñoso sino que es seco y triste.

Los Amores de OliviaWhere stories live. Discover now