Los Amores de Olivia

Capitulo veinte

Olivia.

Eran aproximadamente las seis de la mañana y quería seguir con mis ejercicios matutinos. Por lo general me gustaba nadar en la piscina por un par de horas. Pero en esta casa no teníamos piscina pero si una playa privada que era mucho mejor. A noche los chicos se acostaron a dormir tarde por lo que no había posibilidades de que me encontraran nadando desnuda.

Porque si quería nadar desnuda como lo tenía planeado desde el principio y sinceramente si alguno de los chicos me encuentra no me importa, no quiero vivir para complacer a los demás y hacer lo que todos consideran correcto. Quiero que mi vida sea una llena de aventura y grandes recuerdos. Y una de las cosas que he querido hacer desde hace mucho tiempo es nadar como Dios me trajo al mundo.

Por eso apenas salgo de mi habitación comienzo a caminar hacia el pequeño pasillo que me conduce a la playa. Solo tengo una toalla alrededor de mi cuerpo y no dudo cuando dejó caerla al suelo y me adentro al mar. Gimo cuando siento el agua caliente y no fría como espere que estuviera. Comienzo a nadar para hacer mis ejercicios pero también para sentir la calidad del agua salada que es refrescante.

Una vez que me he cansado de hacer mis ejercicios decido flotar en el agua como un muerto, mi vista en el sol con la esperanza de conseguir un buen broceado. Soy mitad italiana y cuando el sol cubre mi cuerpo puedo parecer una autentica chica de playa con un sexy broceado.

Nunca imagine que nadar desnuda fuera tan liberador seguro es algo que comenzare hacer siempre que tenga la oportunidad.

— ¿Qué demonios estás haciendo? — me giro para ver a Shane que está parado mirándome con su ceño fruncido y sus brazos cruzados, su rostro lleno de desaprobación.

Bueno que se vaya a la mierda si piensa que dejare de nadar a mí estilo por lo que él diga.

—Nadando— contento con una sonrisa.

—No llevas nada puesto alguien podría venir y mirarte— reprimo una carcajada, aunque sé que esta playa esta apartada del el resto, aun así alguien podría venir aquí como si nada. Pero las posibilidades de que sucedan son nulas, casi inexistentes. Pero no niego que me gusta ver lo enojado que se pone Shane con la posibilidad de que alguien me viera desnuda.

—No tengo problemas con que me vean— digo solo para provocarlo— Estoy muy conforme con mi cuerpo.

—De todas maneras no es bueno que andes desnuda de esa manera— dice haciendo que mi sonrisa crezca.

Oh no sabes en lo que te metiste Shane.

Comienzo a caminar en el agua con la intención de salir del mar. Puedo ver como Shane traga grueso al mirarme, pero a pesar de su titubeo iniciar sus ojos no pueden evitar hacer un recorrido por mi cuerpo posándose sobre todo en mis pechos.

—Me pasas la toalla por favor— pido de forma inocente sellando la toalla que está en una tumbona.

Shane toma la toalla y en vez de pasármela me cubre con ella haciendo que nuestros cuerpos se acerquen.

—Ya estoy cubiertas ¿estas contento? — digo solo con la intención de molestarlo.

—No me gusta que otros te vean— gruñe— Debes aprender solo tres personas tienen el derecho de tocar tu cuerpo.

No puede evitar reír.

—La única que decide lo que quiere hacer soy yo nunca lo olvides— mi voz es cortante. No me gusta que nadie decida por mí y si Kane, Tony e incluso Shane quieren tocarme les costara— Yo decido quien me toca.

Un ligero gruñido sale de Shane, lo que quiere decir que no le gusta lo que he dicho y no podría importarme menos.

— Veo que te gusta jugar con fuego— sonrió ante su comentario. Puedo ver esa sed de dominación y posesividad en sus ojos, es algo que me enciende porque a diferencia de Kane o de Tony, Shane no es el mejor para controlarse. Todo lo contrario él siempre va por lo que quiere.