Los Amores de Olivia

Capitulo treinta

Kane

Sanar.

Necesito sanar.

No puedo apartar la vista y no ver que tengo un problema. Cuando duermo los recuerdos de mi tiempo en Afganistán vienen a mi mente y duele. Los compañeros que perdí, mis amigos. Me siento feliz cuando estoy con mi familia, mis hermanos, con Olivia encuentro paz en ellos. Pero a la vez me siento culpable ¿merezco esta felicidad? Tengo tantos compañeros que no volvieron a casa con sus familias, a veces me pregunto si no soy egoísta al sentirme tan bien por tener a mi familia conmigo.

—Es más difícil de lo que pensé que sería, Zeus— digo mientras lo acaricio— Sé que nunca podré olvidar lo que viví. Pero tengo que aprender a vivir de alguna forma con ello— el caballo rechina como repuesta, como si estuviera animándome. Se lo que podrán pensar, hablar con un caballo es algo estúpido. Pero por alguna razón siempre me he sentido conectado con Zeus, es indomable tiene un lado que se niega hacer domado. Al igual que yo, ese fue el lado que me inspiro a tomar la decisión de irme al ejército.

Por alguna razón estar en el rancho me trae cierta paz. Trabajar con los caballos estos días se ha convertido en un buen remedio para mi dolor, por supuesto Olivia también tiene mucho que ver con ello. No sé qué haría sin su apoyo. Pero sé que necesito ayuda profesional, necesito superar mis traumas. Quiero hacerlo por Olivia no se merece carga un novio jodido, pero sobre todo por mí mismo porque no quiero sentir culpa por disfrutar de mi familia.

Pero aun así eso no significa que olvidare mi tiempo en el ejército a mis compañeros que perecieron. Eso sería como traicionarme a mí mismo, soy del ejército, mis cicatrices son una prueba de ello di mi vida para proteger a mi país y a pesar de todo lo volvería hacer sin dudarlo.

—Nunca nadie dijo que la vida fuera fácil ¿eh? — miro a Zeus. Ni siquiera mis hermanos conocen la historia de Zeus, creo que si lo supieran no se sentirían mal cerca del caballo. Cuando mi padre lo trajo del lugar donde por años sufrió de abusos para ser domesticado como caballo de carreras me hizo prometer que lo cuidaría. Era salvaje en ese entonces, pero en realidad Zeus es un caballo dulce solo se niega a que otros conozcan esa parte porque no confía con facilidad.

Creo que en eso nos parecemos, nos cuesta entregar nuestra confianza. Solo puedo hacer eso con Olivia. Viví muchas experiencias en el ejército, pero las que más me han marcado es la traición, personas que considere amigos eran solo espías que buscaban mi muerte y la de mis compañeros. No tendría las cicatrices en mi rostro si un imbécil no hubiera filtrado información de donde estaba nuestro campamento, es difícil confiar después de vivir una experiencia así.

Y sin embargo siento que puedo confiar en Olivia y en mis hermanos. Trabajare para recuperar mi vida y una de las primeras cosas que quiero hacer es buscar un trabajo. Nunca quise trabajar en una oficina, así que ayudar a mis hermanos con la empresa está descartado. Y aunque quisiera no podría ayudarlos no fui a la universidad ni me gradué con un título bonito.

Pero me gusta estar aquí con los caballos por alguna razón siento que mis preocupaciones y miedos me abandonan mientras estoy cuidado de Zeus. Estar en el rancho me hace sentir mejor y siento que sería bueno administrar los ranchos de la familia. Por supuesto tendría que hablar con Tony al respecto ya que es una gran decisión, haría muchos viajes frecuentes de la ciudad al rancho. Pero mi padre lo hizo y en ese momento tenía más cosas en su cargo que yo, así que sé que puedo lograrlo.

Y también sería la excusa perfecta para que todos nos quedemos más tiempo en el rancho. Me gustaría que Olivia pasara su embarazo aquí estoy seguro de que estaría más relajada y contenta.

— ¿Te gustaría verme más seguido, amigo?— pregunto mientras saco una zanahoria de mi bolsillo y se la ofrezco a Zeus que la toma con gusto.

—Tomare eso como un sí. Aunque espero que no me quieras cerca solo porque te doy de comer— Zeus rechina como respuesta haciéndome reír.