Capítulo 12

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|Asombro... sorpresa|

Jennie sentía que el dolor la mataba con lenta tortuosidad por dentro.

Lisa se había ido. Ahora estaba en la habitación que ella ocupaba y todo quedó como cuando ella no había llegado a sus vidas: vacío.

El dolor la laceraba y quebraba en pedazos. Lloraba por ella, por lo que pudo ser y no fue, por lo cobarde que era... lloraba por todo lo que en su vida no había llorado.

No recordaba un día tan triste como ese, tan deprimente y lleno de lamentaciones. Estaba segura de que no se sentiría completa nunca más.

Lisa era todo lo que empezaba a ir complemente bien en su vida después de muchos años. Ahora volvía a sentir el sin sabor de no tener nada a lo que aferrarse. Solo tenía a las gemelas, pero no era la misma clase de amor, no era el mismo sentimiento.

Después de un par de horas regresó a su recámara en un esfuerzo de arreglar el desastre que era. Se sentó frente al tocador de su alcoba y abrió una de las gavetas para sacar un cepillo. Un papel rosa llamó su atención. Sacó el cepillo y también el papel que veía. Pero al sacarlo, se dio cuenta que no se trataba de una simple hoja. Era un sobre, un sobre de color rosa. Lo abrió y el contenido terminó por quebrarla internamente. Si es que dentro de ella quedaba algo por romperse.

El sobre tenía una cadena de plata y un dije pequeño en forma de corazón. También había una nota y al leerla, el ínfimo "reposo" que había en Jennie, desapareció.

"Para que me lleves a todas partes.

Lili."

Lisa lo había metido en la cómoda que ella menos usaba, esperando el momento en que lo encontrara. Ahora entendía su urgencia por salir. Hacía un par de días le dijo que tenía que ir a recoger algo muy importante. Jennie se ofreció a acompañarla y ella se negó. Le pareció algo extraño, pero no le dio importancia. Claro, ahora lo entendía. Era una sorpresa, una sorpresa para ella.

Había visto una pulsera a Lisa en ese mismo modelo y el mismo dije. Tomó la pequeña cadenita entre sus manos y al darle la vuelta vio en la parte trasera una "L" grabada.

Se colocó la cadena y apretó el dije con los dedos. No se la quitaría jamás.

.         .        .

Lisa no solo sintió dolor, también ira y decepción. Era una ilusa y estúpida. ¿Cómo podía creer que alguien como Jennie la podía llegar a querer? No fue más que un simple capricho, como ella misma dijo. Fue su experimento tal vez y su último juguete de diversión sin duda.

Caminaba por las calles de la ciudad sin rumbo alguno. Jamás en su vida había sufrido tanto. Una misma persona le dio la alegría más grande y también el dolor más fuerte. ¡Qué irónico era el destino!

Las palabras de Jennie se agolpaban en su mente como dagas. Sabía fingir muy bien o ella era inmensamente idiota. Realmente sintió que algo especial había entre ellas. Eso creyó.

Con lo que ganó mensualmente en la casa de modas podía solventarse por algún tiempo hasta poder encontrar un trabajo. Trabajaría cuanto tiempo fuera necesario y después se iría muy lejos. Tenía que irse. Si pudiera se iría en ese mismo instante. Toda su maldita vida había sido una mierda, pero este momento no lo podía comparar con nada.

Rentaría una habitación en un modesto hotel muy al sur de la ciudad por una semana y desde ahí se encargaría de conseguir un lugar para vivir.

El paso siguiente sería buscar trabajo.

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Simplemente sucede ~ adaptación JenLisa~ Where stories live. Discover now