Capítulo 13

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|Desastres...|

Estaba en el jardín. Hacía mucho que no visitaba ese lugar. Entraba ahí cuando necesite darle un freno a la vida, cuando estaba muy triste o demasiado feliz. En este ocasión no sabía porqué estaba ahí. Solo sabía que necesitaba aire, aire puro o explotaría por dentro.

Las gemelas insistieron en dormir con ella la noche en que vio a Andrea pero no lo aceptó. Necesitaba estar sola. ¡Dios! Su impresión al verla fue algo indescriptible. Afortunadamente Lisa no la vio. Estaba en la caja y hablaba con otro chico al servicio del restaurante, parecía darle alguna indicación. Se veía hermosa. Tan radiante y libre. El vestido vino tinto resaltaba su piel blanca y su largo cabello estaba sujeto en una cola de caballo. Lucía perfecta y se la miraba a gusto con lo que hacía. Al recordar la forma en que todo terminó las emociones se agolparon en su pecho y por poco cae al piso.

Sintió ganas de ir hasta donde estaba, tomarla de la mano, mirarla a los ojos, decirle que la quería, decirle que lamentaba la forma en que todo había acabado. Besarla y salir corriendo con ella de ese lugar. Pero no lo hizo y seguramente jamás haría algo así. Era demasiado cobarde para luchar por lo que deseaba. Era una maldita conformista que el día que muriese lamentaría todo que no hizo. Por todas las cosas que quiso y no fue capaz de alcanzar.

Las lágrimas se acumularon en sus ojos y minutos después ya era imposible impedir que salieran. El dolor intrínseco que sintió, casi podía vivirlo físicamente, en el pecho, en cada músculo, en toda la piel. El sufrimiento de antaño que parecía haber desaparecido con el tiempo, regresó para torturarla la noche que volvió a ver a Lisa.

Hacía unos días que eso había pasado pero lo profundo de aquel momento estuvo presente cada minuto posterior al sorpresivo instante. El vívido episodio en el que la volvió a ver después de cinco largos meses se repetía una y otra vez en su mente.

Los papeles del divorcio siguiente han llegado exactamente el día de la partida de Lisa. Entonces podía decirse que era "una mujer libre". Además, tenía una invitación para ir a la boda de Namjoon y lo irónico es que tenía cupo para llevar a un acompañante. Seguramente quería burlarse de ella el muy desgraciado.

Solo cinco meses y ya tenía todo listo para casarse. O, ¿Quién sabe? Tal vez lo planeaba desde que estaba con ella, desde mucho antes. Parecía increíble. En tres semanas su ex-esposo debería tener una vida nueva junto a alguien que decía lo hace feliz. Mientras ella seguiría sumida en la desesperación, el dolor y los recuerdos y no los recuerdos con él. Otros recuerdos resumidos en besos, frases, una cadenita con dije de corazón, un lacio cabello rubio y unos enormes y encantadores ojos miel.

Su vida era un completo sinsentido. De no ser por las niñas, ¡quién sabe qué habría hecho con su vida!

Tenía un par de días sin ir a la casa de modas, pero no sentía miedo de alguna baja en el rendimiento de esta. Confiaba en su socio Jin tanto como en sí misma. Sabía que él siempre daría lo mejor de sí para Runway.

Se levantó de la silla para ir a arreglarse. Visitaría Runway para ver cómo andaba todo y regresaría pronto a hablar un poco con las gemelas y luego dormir. Esa era su vida. Si a eso podría llamarse vida.

Podía estar destruida por dentro, pero por fuera jamás. Nadie notaría los añicos de los que estaba formada en su interior. Vistió un abrigo verde de Dennis Basso sobre un lujoso vestido poliéster de Donnan Karan y un cinturón café con hebilla de bronce de Cavalli y para completar el atuendo usó unos tacones punta aguja gamuza de Hermes.

Al llegar todos se alegraron. No era común que ella faltara. Últimamente lo hacía con frecuencia, lo que sorprendió a muchos. Al verla de nuevo, luego de un par de días le mostraba su agrado. Jennie era demandante, pero correcta y muy justa. Con su casa de modas ayudaba a mucha gente y todos sentían por ella mucha gratitud.

Simplemente sucede ~ adaptación JenLisa~ Where stories live. Discover now