Capítulo 36

26.3K 1.7K 725
                                    

Enzo

Me remuevo en la cama, buscando una posición más cómoda para dormir pero mi mente hoy está empeñada a recordarme la mierda de mi pasado. Intento sacar los recuerdos que intentan perturbar mi paz en el sueño.

Nuevamente

Es imposible

Jadeo con dolor, cuando siento el antiséptico en mi espalda.

—Lo siento— susurra mi hermana con voz débil— no debí dejar...—

Sonrío con suavidad, para hacerle saber que todo está bien. Tomo su mano, apretándola con cariño.

—No pasa nada, Annie— murmuro

Mi hermana continúa, curando mi espalda. El silencio pesado del lugar, me reconforta así como me asusta; no paso desapercibido los pequeños sollozos que suelta Vivianne.

—Lo siento, Ez— habla de nuevo— no quería...—

—Hey, Annie— la miro— todo está bien, ¿sí? Ambos sabemos, que al final lo haría—

—No debiste interponerte— niega, mientras gruesas lágrimas salen de sus ojos— debiste dejar...—

—No, hermanita— beso su frente— no pasa nada. Soy tu hermano mayor, ¿lo recuerdas? Voy a protegerte siempre—

—Te quiero, Ez—

—Y yo a ti, Annie— la abrazo con fuerza— siempre lo haré— asiente— vamos, termina con esto para bajar a la cocina para hacerte unas tortitas—

Escucho como se ríe, asintiendo para limpiarse las lágrimas de sus ojos. De los dos, Vivianne es la que más se parece a mamá; sus ojos azules son iguales a los de ella.

—¿Mis favoritas, Ez?—

Asiento, con una sonrisa.

—Tus favoritas, Annie—

—Me vas a hacer engordar, con tanta comida— susurra— ningún muchacho me querrá—

—Que bueno, así no te rompen el corazón— digo en burla, me rio cuando me pega en el brazo— es chiste, Annie. Dime, ¿quién no te querría? El hombre que te ame, será un cabron muy suertudo—

—¡No digas malas palabras!— me susurra— las odio, lo sabes. ¿Qué pasa si mi futuro príncipe azul, no te agrada?—

—Nada que una bala no arregle, hermanita— sonrío— aparte, aún eres muy pequeña para saberlo—

—¡No es cierto! ¡Tengo catorce, Enzo!— se ríe— me gustaría tenerlo algún día...—

—¿Qué cosa, Annie?—

—El amor que se tienen tú y Jazmín— sonríe— es muy bonito— me mira— ¿Se casarán?—

Me atraganto con la saliva ligeramente, hago una mueca cuando las costillas me molestan por la paliza de hace rato. Annie, se ríe de mi expresión, trago saliva ante su pregunta.

—No, no lo sé, Annie— me encojo en hombros, sonrío— sería bueno, ¿creo? Aún pienso, que ella es un sueño—

—Pero es uno muy bonito, ¿no?—

Mi sonrisa se ensancha ante la mención, de la chica que conocí hace un par de meses y que de alguna forma, ha llegado a mi corazón.

Al corazón de un monstruo

Dolce amoreWhere stories live. Discover now