Capítulo 43

29K 1.7K 423
                                    

La canea, Isla de Creta; Grecia.

Enzo

Sonrío al ver a mi esposa, yendo de un lado hacia otro arrastrándome con ella para que la siga. Niego divertido, al verla tan feliz por estar de nuevo en su hogar de origen.

Cuando Karla, mencionó la idea acerca de las vacaciones para nosotros, no se me ocurrió mejor lugar que venir a Grecia, perfecto para nosotros lejos del ojo público y sin necesidad de estar mirando por encima de nuestro hombro.

—¡Eros! ¡Vamos apúrate!— exclama— ¡No quiero llegar tarde!—

Me río, cuando toma mi mano y me arrastra con ella. Suspiro con diversión, ciertamente ver la sonrisa de mi esposa pintada en su rostro, me hace saber que todo este viaje valdrá la pena.

—Dea— trato de frenarla— tenemos mucho tiempo—

—Si, pero no me importa— refuta, ruedo los ojos— anda, mueve tu trasero de viejo—

Arqueo una ceja detrás de mis lentes de sol, antes de que me arrastre de nuevo con ella. La jalo con fuerza hacia mi pecho, chilla por la sorpresa, pero se ríe por lo bajo.

Envuelvo mis brazos alrededor de su cintura, pegándola más a mi cuerpo. Me inclino ligeramente, besando sus labios rápidamente antes de subir mis labios por su mejilla hasta la punta de su nariz.

—Calma, dea— sonrío— tenemos mucho tiempo, solamente tenemos un día aquí—

—Lo sé...— hace un pequeño puchero— pero, hace tantos años que no...—

—Lo sé, dea— asiento— pasaremos una increíble semana aquí, antes de ir a nuestro próximo destino—

—¿A dónde más iremos?—

Sonrío aún más mientras acomodo un mechón de su cabello detrás de su oreja.

—Vamos a recorrer gran parte de Grecia, dea— afirmo

Sus ojos se abren con evidente sorpresa, antes de empezar a chillar de emoción.

—¿De verdad?— asiento— ¿He dicho lo mucho que te amo?—

—Lo oí varias veces en la mañana...— se ríe— pero, no me molestaría que me lo dijeras otra vez—

Sus manos toman mi rostro, para besarme de nuevo. Suspiro suavemente contra su boca, disfrutando de su contacto, cuando nos separamos une su frente con la mía, antes de besarme en la mejilla

—Te amo— mi otra mejilla— Te amo...— me río, cuando me besa la punta de la nariz— ¡Te amo!—

—Te amo, dea— respondo— eres el amor de mi vida, ¿lo sabes?—

—Por supuesto que lo sé— afirma con una sonrisa— aunque, admito que la fiesta de divorcio suena muy tentadora—

Niego divertido, antes de retomar nuestro camino hacia el museo de arqueología; la cual será nuestra primera atracción del día. Con mi mano en su cintura aún, caminamos en dirección hacia el museo.

Karla, me señala ciertos puntos de lo que poco que recuerda, saco la cámara que suele llevar consigo a un nuevo lugar.

La enfoco en su rostro tratando de capturar la sonrisa que brilla en su rostro, justo cuando voy a tomarle; se da la vuelta y me sonríe aún más, entonces acciono el botón capturando el momento.

Observo la imagen en la pantalla y se la muestra con una sonrisa.

Bella mia moglie— se la muestro— amo tu sonrisa, lo sabes, ¿no?—

Dolce amoreWhere stories live. Discover now