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El siguiente día de la cena no parecía presentarse conflictivo, o al menos Finn parecía no sentirse tan presionado. Habia convencido a Noah y a su padre acerca de su falsa relación con Sadie.
Él se levantó a desayunar con tranquilidad creyendo que todo lo malo ya había pasado. Aunque olvidaba un pequeño detalle, Noah vivía con él, por lo que todo lo malo no podía desaparecer como si nada.
──He pensado apuntarme en Lacrosse.
Y una vez más, la bomba había explotado. Era obvio que Noah querría anotarse en el equipo de Lacrosse. Tenia que unirse a un equipo en el que recibiera toda la atención posible.
──¿Estás seguro de que quieres unirte? Es un grupo cerrado y las pruebas para este año ya terminaron.
──Lo que sea que tenga que hacer por entrar al equipo de Lacrosse, lo haré──contestó el castaño, a su vez el rizado rodaba los ojos con molestia bebiendo su café, sabía que su primo era demasiado mezquino como para hacerlo cambiar de opinión.
──Es una buena idea──acotó Peter sentándose a desayunar con ambos, aquel comentario no le pareció sorprendente al pecoso──Yo propongo que deberías ir hoy. Y Finn, tú lo acompañarás.
──¿Qué? ¿Por qué? De todas formas yo estoy en el equipo ¿Lo recuerdas?──habló Finn en un tono irritado──Además irá a la reserva, y supongo que puede ir él sólo, ¿No?
──Bueno.. tampoco tienes nada mejor que hacer, ¿No es así?──inquirió Noah, mientras el rizado intentaba tranquilizarse antes de que su primo y su propio padre los sacaran de quicio──Además podrás ver a tu novia. Anoche contó que ella es la coreógrafa de las porristas, pero que no es una porque no le interesa ese tipo de exhibición. Pero de seguro, tú eso ya lo sabías.
Finn proceso la información de inmediato, no lo había pensado en lo absoluto. Sadie era la coreógrafa de las porristas y si él iba a verla practicar, aquello haría aún más creíble la relación. Con resignación, Finn asintió con la cabeza dando a entender que acompañaría a Noah.
Al llegar al instituto, antes de dirigirse a la primera clase, Finn le indicó a Noah a que hora era la clase de entrenamiento. El rizado comenzó a ir cada vez más rápido hacia su salón, ya que había notado que llegaría tarde y no podía causar una mala impresión con los profesores aunque ya lo conociesen.
Iba a tanta velocidad que sin notarlo, chocó con alguien que justo venía al frente, generando así que ambos cayeran al suelo. Finn estaba por decirle unas cuantas cosas a la persona que tenía en frente, hasta que notó de quién se trataba.
