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A la mañana siguiente de la fiesta, el rizado despertó con un malestar incontrolable en el cuerpo, lo cual era extraño ya que ese día era su cumpleaños. La causante de aquella terrible sensación era Sadie, debido a que la noche anterior habían discutido por Maddie. Ella lo había defendido y él simplemente se había enfadado, dándole a entender a la pelirroja que Maddie era la chica que le gustaba.
Y en realidad Sadie no había hecho nada malo, incluso le había organizado una fiesta sorpresa. La terquedad de Finn había sobrepasado los límites y acabó culpandola de ello sin motivo aparente.
Realmente le daba rabia el tener que sentirse mal por Sadie. El rizado podría haber jurado semanas atrás que ambos no tenían nada en común, cada uno vivía su vida. Y ahora compartían una falsa relación amorosa, aunque en un principio no había motivos para enfadarse ya que no eran amigos, la presión en su estómago parecía indicarle lo contrario.
Puesto que Finn, decidió tragarse su orgullo y le envió un mensaje a la pelirroja preguntándole si podían hablar, la respuesta llegó en cuestión de minutos, no decidían si sería en su casa o en la de ella. Sin embargo, a él se le ocurrió un idea mejor.
15:30 pm. "Te veo en una hora en el balneario de Hemingway"
Finn no tenía ni idea de porqué lo había hecho, pero tenía una hora para arreglarse y llegar a las costas de la playa que se encontraba a veinte minutos de distancia. Finalmente acabó antes de lo esperado y se dirigió allí subiéndose al pequeño refugio rojo que se encontraba en el medio de la playa a una altura alta con el techo despejado, otorgándole así una maravillosa vista de las olas del mar rompiéndose en el borde de las costas y detrás también.
No habían pasado ni 10 minutos cuando unos toques en los bordes más bajos de las paredes lo sobresaltaron.
──Linda vista, ¿Se puede?──preguntó una voz, indefectiblemente se trataba de Sadie, por lo que él sonrió al instante.
Él le hizo un espacio para que ella terminará de subir y tomará asiento a su lado dejando que sus pies se encontrarán sin un apoyo debido a la altura en la que estaban. Finn inspeccionó el rostro de la pelirroja en busca de algún indicio que le indicará que se encontraba enojada con él, sin embargo, no encontró nada.
──¿Cómo supiste que estaba aquí?──indago él recordando que en realidad sólo le había dicho que se verían en la playa, no en aquel alto refugio.
──He preguntado por ti y el guardavidas me ha dicho que te buscará aquí──le sonrió apretando sus labios──Feliz cumpleaños, por cierto.
Al haber dicho aquello, Sadie estiró su brazo y le entregó una bolsa que él no había notado que ella traía antes. La tomó, pero no la abrió.
