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Sadie llevaba media hora trabada en la realización de un paso correspondiente a la coreografía de la semana anterior, y es que claramente no podía concentrarse, ver a Peyton fingir animosidad cuando lo que realmente quería hacer era echarse a llorar, la destruyó por completo.
Todo la llevaba a pensar que era su culpa, pero, ¿qué podía hacer? ¿hablar con Millie? ¿pedirle que se alejara de Noah, luego de haberla animado a salir con él?
Antes de que pudiese continuar con sus dudas, su celular vibró llamándole la atención, lo tomó y revisó la casilla de mensajes.
"Sadie, ¿sabes algo de Pey? Se supondría que pasaría por mi para comer waffles como todos los sábados desde que estás con Finn, (no te ofendas te queremos)
Pero no contesta mis llamadas, no entiendo nada.
No me ignores, tú también :(
Millie."
La pecosa no se sentía para nada a gusto con sigo misma, se echó sobre su cama y suspiró. ¿Por qué su vida últimamente se parecía a una telenovela barata? Lo único que faltaba era música de tensión y primeros planos de las caras de las afectadas. Una vez borrada esa pésima imagen de su mente, decidió llamar a Peyton, quien claramente no atendió a sus llamados. Rápidamente se levantó y guardó elementos básicos en su bolso, necesitaba hablar con alguien, una vez que bajó las escaleras casi corriendo, las voces de su hermano y Madelyn la frenaron.
──Jamás te había visto tan apurada. Ni siquiera cuando te acompañé al concierto de Ross Lynch y quisiste lanzarle tu corpiño──habló Madelyn estirando un poco su cuello desde el sofá en el que se encontraba sentada junto a Tom.
──Si claro, cómo si tú no hubieses intentado lo mismo──la fulminó con la mirada la pelirroja.
──¿A dónde vas?──inquirió su hermano mayor.
──A casa de Peyton──mintió tomando sus llaves.
──¿Si te invitaron al día de Waffles? Agregaron a Aidan antes que a ti──se burló la pelirubia.
──¡¿Tú sabías de eso?!──recriminó Sadie dejando luego la boca entreabierta.
──No..──bajó la vista Madelyn para luego sentir el brazo de Tom rodear sus hombros.
