una noche de primavera, sunghoon encuentra en el bosque un pequeño cachorro de tres años que se encuentra herido de su pierna. su instinto omega no le permite el dejar aquel cachorro solo. así que sin dudarlo ni un poco decide llevarlo a su pequeño...
❛ la ruta que yo tomé, la olvidé. Incluso, me volví bastante inseguro de quien era y ahora me he olvidado de mi mismo.❜
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la mirada de jake se dirigió hacia aquel cuerpo desaliñado que bajaba las escaleras con pereza y pesadez, de verdad que a veces no entendía el como era que su omega a pesar de que durmiera más de ocho horas seguía teniendo sueño.
sin duda alguna sunghoon era su lindo bello durmiente.
en segundos sus ojos se agradaron en el momento que vio como aquel menor tropezaba con sus propios pies, daba gracias a la diosa luna que el omega reaccionará rápido para sostenerse del barandal de la escalera, y así lograra evitar alguna caída y un mal golpe.
sonriendo y negando con la cabeza se acercó hasta su esposo para así tomarlo de la cintura y dejar un suave beso en sus labios.─¿sigues con sueño, hoonie?─con los ojos entre cerrados y un puchero en los labios asintió, ante aquel adorable gesto jake soltó una leve risita, de verdad era indiscutible el hecho de que sunghoon era el omega más tierno de la manada.
─si, jake hyungie.─y sin más que decir se abrazó al cuerpo del mayor mientras frotaba un poco su mejilla en el pecho descubierto de su alfa y siendo bien correspondido por su pareja, el cual no perdió tiempo y también se dispuso a abrazarse del delgado cuerpo del menor.
el de hombros anchos amaba sus mañanas así: llenas de amor y cariños.
jake sonrió mientras frotaba su nariz en el despeinado y alborotado cabello de su esposo. dando un gran respiro logró sentir aquel exquisito aroma a frutillas rojas con un toque a jazmín combinado con su fuerte aroma a roble, un gruñido salió de su garganta ante la alegría de sentir su aroma impregnado en el cuerpo de su omega; y ni hablar de la gran alegría y orgullo que sentía su lobo.
realmente no había cometido ningún error en elegir a sunghoon como su omega y compañero de vida; aquel chiquillo era hermoso, con un aroma delicioso, una amabilidad y dulzura que lograba derretir al corazón más frío que pudiera existir en el mundo.
pero sobre todo era alguien que sabía cumplir a la perfección con las reglas que un buen omega sigue, indiscutiblemente era el omega ideal.
dejándose llevar por el momento, el menor comenzó a esparcir gran cantidad de feromonas que comenzaron a llenar todos los rincones de la sala, jake ante ello gruñó bajito mientras acercaba más el cuerpo de su omega hacia él, en un movimiento rápido y precioso comenzó a dejar un camino de pequeños besos por el blanco cuello de sunghoon, logrando así estremecer el cuerpo del menor que aferró sus manos a la bata del alfa.
