una noche de primavera, sunghoon encuentra en el bosque un pequeño cachorro de tres años que se encuentra herido de su pierna. su instinto omega no le permite el dejar aquel cachorro solo. así que sin dudarlo ni un poco decide llevarlo a su pequeño...
❛ ¿por qué no miras a tu alrededor de vez en cuando? ni siquiera te das cuenta que estás herido. das tanto, pero... ¿por qué eres el único infeliz? ❜
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─entonces... ¿crees qué probablemente puedes estar en cinta?─mencionó moon byulyi en lo que dejaba el vaso con agua en la mesa de la sala. sunghoon simplemente asintió con la cabeza mientras se disponía tapar su cuerpo con la capa que contenía el aroma de su esposo.─oh hoon, ¡eso es muy bueno!, ¿por qué no se lo has dicho a jaeyoon?─mencionó sonriendo la beta. esto sin duda era una gran noticia.
¡el líder de la manada posiblemente tendría un descendiente! y eso era demasiado bueno. el hecho de que una pareja esté esperando un cachorro debería ser lo más hermoso que se podría experimentar y estó era aún mejor si se trataba de su primer bebé.
se dice que la llegada de un bebé siempe ayuda a armonizar la manada. y mejor aún cuando se trata del primogénito del líder de dicha manada.
mientras sunghoon mordía su labio inferior, ¿por qué no le había querido decir a su alfa que posiblemente estaba en espera de un cachorro? ¿por qué; si desde hace más de dos semanas venía sintiéndose extraño? ¿por qué?, bien, eso era muy fácil:
tenía miedo, ¿de qué?, en realidad ni siquiera lo sabía él mismo. pero simplemente su cuerpo se llenaba de miedo y ansiedad al intentar decirle a su esposo que estaba sintiendo un par de síntomas típicos del embarazo.
suspiró tratando de dejar todo aquello de lado, sabía que no había necesidad de sentir miedo, llevaba tres años junto a su alfa y él lo quería sin ninguna duda. posiblemente sólo estaba siendo un poco paranoico.
─¿debería decirle a jake hyungie?─cuestionó con una sonrisa que se logró formar más como una mueca. la mayor al verlo de frente comenzó analizar detalladamente su rostro. con el ceño fruncido dibujó en sus labios una inevitable mueca al ver aquel facial delgado y mucho más pálido de lo normal.
«¿estará enfermo?», se preguntó para si misma mientras seguía observando fijamente el rostro del omega.
¿de verdad ese chiquillo estaba vivo? para su gusto precía muy demacrado con esas marcadas ojeras y la piel mucho más blanca, sabía que su color de piel era clara, pero esto era demasiado.─te ves del asco, sunghoon, dime ¿te alimentas adecuadamente?─fue el turno de ella de cuestionar al menor que sólo se dispuso a rodar los ojos mientras se paraba del sillón.
─si me alimento bien, no debe preocuparse, noona.─mintió. Era demasiado obvio que no comía adecuadamente debido a la "maravillosa" comida que llegaba a preparar su alfa y la cual no era para nada del gusto de su delicado paladar.
