una noche de primavera, sunghoon encuentra en el bosque un pequeño cachorro de tres años que se encuentra herido de su pierna. su instinto omega no le permite el dejar aquel cachorro solo. así que sin dudarlo ni un poco decide llevarlo a su pequeño...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
─¡yo tengo a tu hijo!─gritó con toda su fuerza, logrando así llamar la atención de todos los presentes, incluyendo la del alfa que le daba la espalda «estoy condenado» pensó en el momento que vio como aquel enojado alfa comenzaba a voltearse hacia su dirección.
posiblemente aquí terminaría su miserable vida: en manos de un lobo desconocido, por lo menos daba gracias a la luna el hecho de concederle el no morir a manos de un ridículo lazo roto.
al menos no le fallaría en eso a su madre.
aunque de todo este problema podría decir que sus últimos días de vida habían sido felices, todo gracias a la calidez que aquel dulce cachorrito le había otorgado, también daba gracias que por lo menos su lobo dejaría de sufrir tanto.
─¡jodido omega!─espetó molesto un beta que se encontraba entre la multitud. sunghoon rodó los ojos tratando así de ignorar aquel comentario, ¿realmente los habitantes de la manada pensaban que con sus ridículos insultos lograrían dañarlo? posiblemente pensaban que él era débil como todos los omegas, pero no era así; él era fuerte, cosa distinta a su herido lobo.
sunghoon soltó un jadeo de dolor al sentir como un alfa de la manada lo tomaba bruscamente de su brazo, intentó safarse pero aquel alfa sólo ejercía más y más presión sobre el agarre.─pusiste en riesgo a tu manada acogiendo a un extraño cachorro ¿¡acaso no conoces las jodidas reglas de la manada!?─gruñó molesto.─nuestro líder se equivocó cuando decidió contraer matrimonio con el hijo de una omega que no pudo ni siquiera retener a su alfa, eres igual de inútil que tu progenitora.─escupió aquellas crueles palabras que hicieron doler el corazón de sunghoon.
─no sabes cumplir las reglas de la manada, pones en riesgo el hogar que te a dado una vivienda y ni siquiera puedes concebir vida en tu vientre, ¡no hay duda de que mereces morir!─soltó una mujer beta, ante aquello todos comenzaron abuchear al omega con insultos, el alfa que lo sostenía rió con una sonrisa en sus labios, finalmente lanzó el cuerpo del omega a la tierra, haciendo que sus manos y rodillas comenzaran a sangrar a causa de las pequeñas piedras que rozaron contra su piel.
«tranquilo, tranquilo, todo esto pasará. recuerda que tenemos a nuestro cachorro» habló desesperadamente hacia su lobo que comenzaba a llorar y hacer daño a los dos. sunghoon apretó la arena debajo de él, estaba tratando de reprimir su llanto pues no deseaba llorar enfrente de todos, él era fuerte, pero su lobo estaba tan dolido que comenzaba afectarle de igual manera.
mientras jungwon fruncía el ceño de sobremanera, posiblemente su enojo había aumentado al notar la manera en que aquella multitud trataba aquel chico, ¿de verdad se hacían llamar hogar cuándo ni siquiera pueden tratarse con amabilidad entre ellos mismos?, negó para así acercarse al pálido que se encontraba en la arena.─párate omega.─demandó con voz de mando, cosa que no afectó en sunghoon, ya que su lazo incompleto había comenzado afectar en sus instintos, enseguida vio como aquel par de ojos similares a los de un felino que posaban en su persona.
