una noche de primavera, sunghoon encuentra en el bosque un pequeño cachorro de tres años que se encuentra herido de su pierna. su instinto omega no le permite el dejar aquel cachorro solo. así que sin dudarlo ni un poco decide llevarlo a su pequeño...
❛ tras un dulce hola hay siempre un amargo adiós, tras una noche muy loca hay un precio por pagar, no hay respuesta a este examen, siempre voy a fallar en ello, sí soy un esclavo de mis emociones. mírame, mírate, ¿quién estará sufriendo más? ❜
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«no quiero que vuelva a decir que soy su omega.»
«recuerde que hemos firmado nuestro divorcio.»
«la marca que nos une esta rompiéndose, así que no hay nada que nos vincule.»
«usted ya no tiene derechos ni obligaciones sobre mí.»
«sería mejor que vaya a su manada y se haga cargo de su nuevo omega.»
esas duras y ciertas palabras rondaban una y otra vez por su cabeza mientras seguía siendo observado por aquella hierática mirada que clavaba dentro de su corazón.
aquel par de pequeños ojos lucían totalmente diferentes a lo habitual, ahora se veían mucho más demacrados y opacos, en ese instante el mayor se quedó paralizado sin poder decir nada. ahora que lo pensaba más a fondo, esta no era la primera vez que él veía esa mirada, gruñendo bajito se obligo una y otra vez a intentar recordar el dónde era que había visto aquella mirada, pero al fracasar en el intento terminó frustrándose.─sunghoon yo...─en un rápido movimiento el omega se inclinó hacia atrás para así alejarse y evitar ser tocado por el mayor.
─no quiero que se acerque, su aroma me incomoda. si iba a venir aquí a decir toda esa palabrería de que soy su omega por lo menos se hubiera tomado el tiempo de quitar adecuadamente la esencia de sunoo.─aquellas repentinas palabras hicieron sobresaltar a jake, quien aseguraba había logrado retirar cualquier rastro de aroma de aquel menor con el que hace unos días había compartido intimidad.─es muy notorio que todo su cuerpo viene impregnado de las feromonas de él, y no dudo que todos aquí lo hayan notado.─el alfa se quedó estático, pensando como podría excusarse de todo lo antes dicho, más sin embargo no pudo ni siquiera articular alguna oración coherente.
tal parecía que las palabras no querían salir de su boca, era posible que sintiera que cualquier mentira que pudiera salir de su garganta sólo lo haría delatar toda su culpabilidad.
por su lado, jungwon y los demás presentes se intentaban mantener al margen de la incómoda conversación que aquella ex pareja mantenía, no obstante, la paciencia de aquel líder era mínima y su valioso tiempo lo era aún más, así que con un ligero carraspeo interrumpió a aquel par.─Preso ciento dieciséis, te vuelvo a repetir la preguntar de hace un momento: ¿él es tu alfa?─en cuestión de segundos obtuvo una respuesta rápida por parte del omega, quien se limitó a negar con un simple movimiento de cabeza.
ante esa respuesta jake perdió totalmente la cordura y en un impulso se acercó hasta el pálido para poder apretar con rudeza su brazo y así hacerlo replicar.─sunghoon, por favor no seas terco.─mencionó casi en un susurro, él sabía perfectamente que sí el menor aceptaba que ellos eran pareja aquel alfa de cabellera grisácea no podría hacerle nada, pues existía un acuerdo en el cual no pueden llegar a condenar o dar un castigo severo a algún miembro de la familia nuclear de los líderes.
─suelta al omega ahora mismo.─yang demandó con firmeza para enseguida voltear hacia sus escoltas.─aleja al prisionero de él.─ordenó al jefe de guardias mientras él se para del trono de marfil en el que se había mantenido sentado, con postura recta y mirada serena comenzó a acercarse hasta donde se encontraba el de cabellera morada.─te recuerdo que no te encuentras en tu manada, estas en la mía, si tú aceptas ese tipo de conductas entre tu gente es tu propio problema, pero aquí no voy a permitir que toques de esa manera a una persona, ¿entendido?─jake mordió su mejilla interna para así reprimirse.
debía tranquilizar su ego de alfa si es que no deseaba comenzar una pelea en territorio ajeno.
«estoy aquí para ayudar a Gi. Debo cumplir mi promesa de llevarlo de vuelta a su hogar junto a sus hermanos.» pensó rechinando los dientes, respiró pesadamente mientras trataba de reprimir un gruñido, tras unos segundos logró calmarse y procediendo a hacer una leve reverencia para así poder comenzar a ofrecer sus más sinceras disculpas, más sin embargo, el fuerte azote de la puerta lo interrumpió. enseguida la atención de todos los presentes viajó hacia aquel individuo que ingresaba al gran salón.
─jungwonie...─habló jay tratando de tranquilizarse un poco, no obstante, los nervios lo estaban traicionando demasiado.─lamento mucho interrumpir un juicio, pero...─hizó una breve pausa para evitar que su voz se rompiera frente a todas las personas, aunque sus ojos cristalizados daban mucho de que hablar.─no encuentro a jeongin...─y aquellas simples palabras hicieron que jungwon perdiera totalmente la calma y un fuerte dolor de cabeza se comenzara a instalar.
inmediatamente el recuerdo de su hijo cayendo por aquel río y siendo arrastrado por las fuertes corrientes de agua volvieron para atormentar su corazón. «no otra vez, por favor.» pensó mientras volteaba a ver al gendarme que sostenía al omega que expresaba preocupación en sus pequeños ojos.─el juicio queda suspendido por cuarenta y ocho horas, lleven al preso de regreso a la mazmorra.─los guardias asintieron para rápidamente proceder a cubrir el rostro de sunghoon, quien no lograba cavilar sobre su sentencia pues sus pensamientos sólo podían mantenerse ocupados en aquel pequeño desaparecido.
y él no era el único, pues su lobo también se mantenía inquieto y preocupado por su cachorro.
─¡esperen!─gritó jake tratando de evitar que se llevaran al omega, pero sus reproches fueron totalmente inútiles, ya que en cuestión de segundos aquel delgado cuerpo desapareció por las grandes puertas por las que él anteriormente había entrado, frustrado volvió su mirada hacia aquel alfa de cabellera gris.─no puede hacer eso, él es mi omega.─jungwon frunció el ceño, sabía que debía tranquilizarse si es que no quería perder el control ahora mismo, pero sus emociones estaban a flor de piel y su necesidad de ir en la búsqueda de su hijo no estaba ayudando.
─déjeme recordarle que él negó serlo en dos ocasiones continuas y por si fuera poco; el aroma que envuelve su cuerpo no es el mismo que el del preso...─y de nuevo, aquellas palabras provocaron que jake sintiera la carga de sus errores sobre sus hombros.─por lo visto no nos queda nada más que decir.─continuó yang.─ahora le pediré amablemente que abandone mi manada, y le advierto que no tendré compasión sobre usted si vuelve a pisar mis tierras sin autorización y con esa cuestionable actitud.─suspiró mientras veía asentir vacilante al más alto.─que tenga un buen día, líder shim.─finalizó para proceder a tomar la muñeca de jay y así poder salir en busca de su pequeño cachorro desaparecido.
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