una noche de primavera, sunghoon encuentra en el bosque un pequeño cachorro de tres años que se encuentra herido de su pierna. su instinto omega no le permite el dejar aquel cachorro solo. así que sin dudarlo ni un poco decide llevarlo a su pequeño...
❛ este extraño sentimiento que solo nosotros sentimos, emociones más profundas, si, me tengo que ir, me tengo que ir a las doce en punto. sé que sentimos lo mismo, pero no puedo ser más sincero...❜
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«hyungie, por favor vuelva a salvo, lo estaré esperando con un gran plato de galletas. cuando regrese lo voy a llenar de besos, cuídese mucho. «aquella dulzura lograba hacer feliz a su cansado corazón, sus dulces palabras le hacían recordar sus pocos días felices, aquel aroma a frutillas rojas y jazmín lograban llenarlo de paz y tranquilidad; sunghoon era su completa felicidad.
pero él ahora ya no está.
─que te vaya bien, jaeyoon hyung.─la voz de sunoo hizo que saliera de aquellos pensamientos. algo desorientado observó al sonriente omega, pero aquella sonrisa sólo hizo hacer a su lobo gruñir. intentó devolverle la sonrisa al omega, pero no pudo por más que lo intento. su lobo había estado perdiendo el control, logrando que él estuviera irritado con todo mundo, y todo aquello había comenzado desde su separación con jake; al cual tenía tiempo de no ver.
posiblemente el omega lo estuviera evitando a toda costa, y no lo culpaba, él sabía perfectamente que tal vez aquel pequeño ahora mismo la estaba pasando mal, no sólo por su separación, sino también por el mal trato que le habían comenzado a dar los habitantes de la manada, pues había escuchado por voz de byulyi que las personas murmuraban cosas sobre él y su infertilidad.
"tal vez vino a despedirse" susurró su lobo.
ante esa idea rápidamente alzó su mirada e inconscientemente comenzó a observar inquietamente hacia su alrededor buscando entre los pocos presentes algo o alguien que tal vez su lobo y él necesitaban ver antes de irse. Al no encontrar aquel par de tiernos ojitos su lobo aulló triste. «Él ya no vendrá»
─jake ¿estás bien?─cuestionó con preocupación byulyi, la cual colocó su mano sobre el ancho hombro de su amigo. el alfa volvió a dar una rápida mirada a su entorno para poder reafirmar que su ex omega no estaba ahí, soltando un suspiro sólo se limitó a asentir con un simple movimiento de cabeza. byulyi frunció el ceño, sabía que el alfa no estaba para nada bien.
─hyung, le hice ramen para que pueda comer en su viaje.─sonrió sunoo extendió una pequeña lonchera hacia el alfa. quien recibió aquella comida con una sonrisa de lado, mientras que su mente le traicionaba y una recuerdo aparecía por su memoria; »hice comida para ti, es ramen con ajo, sé que te gusta y debes comer bien en tu viaje. no quiero que mi alfa vuelva enfermo o desnutrido.« negando soltó un gruñido.
trató de sonreírle al omega que lo veía con ojos brillantes, pero su forzada sonrisa se volvió una mueca que hizo asustar al menor, movió su cabeza mientras trataba de relajarse.─gracias sunoo, ¿le pusiste ajo al ramen?─sonrió. De inmediato el omega negó con un leve ceño fruncido y un pequeño puchero en sus labios.
