Capítulo 6

248 21 3
                                    

Narra Elisabeth.

Hoy es uno de esos dias de mierda en los que me levanto de bajón, unos de esos dias en los que dejo mi telefono de lado, solo para no llamarle, para no acudir a sus brazos como me gustaria. Me encanatria poder mandarle un mensaje, un mensaje y le tendria aqui conmigo, cuidandome, mimandome, como aquella vez que tuve un resfriado tremendo, y me cuido por dias hasta que estube completamente bien, pero en lugar de eso, soy tan invecil y cobarde que prefiero seguir adelante con una boda que no quiero hacer, para no romper el corazon de Daniel, primero rompo el mio, y tal vez tambien el de Sebastian. Yo se que fue por mi que acabó nuestra historia, queda en manos de mi memoria que por las noches te vuelva a ver, tumbado conmigo, diciendome te amo, porque nunca en estos cincos años admiti estar enamorada de ti Sebastian, quise obligarme a olvidar tu boca, y ahora, estoy totalmente convencida que eso es algo imposible, nunca olvidare las noches qu haciamos el amor, ni los dias que reiamos hasta llorar. 

Y  ahora, quiero gritar que te quiero, quiero gritar que te amo y que te deseo, que quiero una familia contigo, a nuestra historia le hace falta una segunda parte. Lo sé en mi corazon, pero, mi cabeza dice que no, dice que huya, que me case con Daniel, con él estaré bien.

- Las princesas no lloran...

me susurre a mi misma, mirando al techo, haciendo lo contrario a lo que me decia, pues la almohada ya está mojada en lagrimas.

Y hay una preguna qe no hace mas que venirme a la mente, ¿porque Raquel quedria separarnos? ¿Porque no siguió su vida y ya? A ella lo unico que le interesaba era el sexo que Sebastian le daba en su tiempos, ¿porque ?  Si luego huiria con un viejo verde y rico, ¿porque tomarse la molestia de separar a Sebastian y Carol d mi lado?

Tantas preguntas y tantas dudas y no tengo ni una sola respuesta.

Los días como hoy en los que me siento más frustrada son los mejores para escribir cosas tristes, y mi novela, va de cosas tristes, asique, a escribir.

Siempre pensé que mis novelas irian de amor, sin demasiado dolor y cosas bonitas, pero no me salen escribir cosas asi ultimamente, tan solo cosas tristes y demas.

Mientras escribo mi vista se va a la estanteria, donde tengo cuidadosamente todos mis libros, de todos ellos, resalta uno, de tapa color azul pastel, y un estampado de corazones, algunos rotos, otros no, se nota que lo leo mucho, porque sus hojas estan ligeramente dobradas y hay algun rasguño en la tapa. En letras negras y mayúsculas resalta el titulo, "LO BONITO DE QUERERTE". Así es, el libro que Sebastian me dejó cuando recién le conocí, claro que Daniel no sabe de ese libro, seguro le haria sentir mal, y... ya que nos vamos a casar, creo que es hora de devolver ese libro.

Tomé mi telefono para enviar un mensaje a Carol.

Carolina

~ Hola Carol, ¿estas en casa? Tengo algo de tu padre que me gustaria devolver.

No tardó en responder.

~ Hey Eli, sisi, estamos en casa, ¿que quieres devolver? El corazón de mi padre? 

Esta niña...

~ Nono... Carol porfavor, no me digas comentarios asi, me hacen sentir mal. Tengo que devolver un libro que él meprestó y aún no se lo devolví.

~ Ah ok, pues ven cuando quieras, solo digo que mi padre está haciendo galletas para despues de comer y que iigual te quieres quedar a comer.

~Carol, se lo que tratas de hacer, no. 

~No trato de hacer nada Eli, te ves bien con Daniel, es un buen tio, y mi papá ya te está superando, le vendrá bien tu compaía para asimilar que ya no son nada y asi podemos estar mas rato juntos sin ser incomodo.

Auch...

~Ahg, como digas...

~Te has enfadado?

~No mi niña, no puedo enfadarme contigo, lo pensaré camino a tu casa y veremos.

~Bien, no tardes.

Dejé el telefono para alistarme, me miré al espejo y habia una sonrisa tonta en mi rostro, estupido corazon... ya escuchaste lo que carol dijo, Sebastian me esta superando yyo me voy a casar con Daniel, borra esta estupida sonrisa del rostro.

En el coche, camino a casa de Sebastian Daniel me llamó.

- Cari, buenos días.

- Buenos días Daniel.

- Se escucha el coche, ¿donde vas amor?

- Emm... yo... a casa de Oscar y Chris, me invitó a comer, ya sabes, por lo de que se mudaron a vivir juntos.

- Mmh... Ya...

- ¿Pasa algo Daniel?

- No, nada, queria invitarte a comer con mis padres, hace tiempo que no vamos los dos juntos a comer.

- Lo siento Daniel, es cierto, ¿quieres ir?

- Es igual, otro día ¿vale?

- Vale amor.

Se quedó callado unos segundos.

- Daniel, ¿sigues ahí?

-Si si cielo... Sigo aquí mi vida.

Se le escuchaba entusiasmado.

- ¿que ocurre?

- Nada Eli, es solo, que me llamaste amor.

- ¿Ah lo hice?

Debió de haberse escapado con los nervios de estar mintiendo le, ¿y porque demonios le miento? Ahora me sentiré fatal.

- Bueno, nos vemos más tarde Eli.

- ¿a qué hora?

- ¿A las cinco ?

- De acuerdo.

- Hasta luego mi amor.

- Adiós Daniel.

Corté la llamada y suspiré frustrada, se supone que entre Daniel y yo no debe de haber secretos, no puedo engañarle a solo cuatro meses de la boda, y no puedo estar jugando a la adolescente traviesa, escapando para ir con quien de verdad quiero estar.

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Perdón por estar desaparecida🙁

Profesor Stan: A tu lado.Where stories live. Discover now