El verano tardó poco en llegar. Carol había sacado unas notas de escándalo y el último libro que he publicado está arrasando en las librerías. Mi hombre aún le quedaba un par de semanas de papeleos y demás royos de universidad, asique Carol y yo habíamos aprovechado ese tiempo para ir de compras, tratarnos la piel, el pelo, las uñas... Algún día que otro Alfred nos acompañó para ayudarnos a llevar lo que teníamos que comprar, la barbacoa nueva, carbón. Todo para la piscina, que había quedado de lujo en el jardín trasero
Carol y yo pensamos que sería buena idea plantar algunos rosales pegados a los muros de cemento, así no se vería tan lúgubre el lugar.
Comprábamos bikinis y un bañador nuevo para Sebastian.
- ¿Que te parece este para tu padre?
Pregunté divertida porque era un sujetarabos rosa con estampado de leopardo.
- Tendré que lavar mis ojos con el cloro de la piscina si veo a papá así.
Nos hechamos a reir. Al final opté por cogerle un bañador sencillo, de color azul claro, igual que sus ojos. Carol cogió un bikini morado, como no, su color favorito desde pequeña. Y yo cogí otro, parecido al de Carol solo que en color marrón.
- Mami...
Carol susurró. La miré esperando que me dijese que ocurre.
- Daniel está aquí.
Miré para todos lados y lo localicé mirando unos bañadores. Esta semana me lo había encontrado "casualmente" cinco veces, en sitios diferentes. Y siempre que lo vemos, hace como que está comprando.
- Carolina, quédate aquí.
Le di los bikinis y fui a paso ligero a donde Daniel estaba. Pero este se escabulló entre los clientes.
- Que demonios estás haciendo, Daniel...
Susurré.
Volvimos a casa, estaba algo preocupada y Carol lo notó.
- Deberíamos decirle a papá que Daniel te está siguiendo mamá.
Me quedé en silencio, habíamos prometido contarnos todo.
- Se lo diré cuando termine su trabajo, ya sabes que estás dos últimas semanas son de estrés máximo, no quiero que se agobie más por una tontería.
- No creo que sea una tontería...
- Carol, se lo diré, pero en unos días. Acaba en tres días más. No pasa nada.
- Como digas mamá...
Los tres días pasaron y Carol no hacía más que presionarme a que le dijese a Sebastian que habíamos visto a Daniel, y parecía estar espiandonos.
Esperé a la noche, cuando ya todo estaba en calma.
- Dios, estaba deseando acabar el curso.
Suspiró agotado. Sé acurrucó conmigo para dormir.
- Estoy tan agotado.
- Seb... Tengo que contarte algo, no creo que sea de importancia, pero Carol insistió demasiado.
Se incorporó para prestarme su máxima atención.
- Cuéntame, ¿Que pasa?
- Creo que Daniel nos ha estado espiado, bueno, más bien a mi.
- Hijo de puta... ¿Tienes pruebas de eso mi amor?
- No, solo Carol estaba de testigo y no pudimos grabarlo si quiera, siempre que cruzamos miradas se esfuma.
YOU ARE READING
Profesor Stan: A tu lado.
FanfictionLa segunda parte de mi historia "Profesor Stan" Años de lamentos y noches sin dormir han pasado por las vidas de nuestro protagonistas. ¿Re hicieron sus vidas? ¿Su amor sigue tan puro como el primer día? ¿O quizás alguien más esté ocupando el lugar...