Profesor Stan: A tu lado.

CAPÍTULO 23.

Es el último día de plazo que Daniel me dio para ir a disculparme con su familia. Tanto Sebastian como Carol habían vuelto a la normalidad siguiendo con sus clases.

Me decidí a ir. Toqué a la puerta de la casa y Daniel salió.

— He venido a...

— Ya se a que has venido.

Daniel cerró la puerta y un minuto después salió junto con sus padres. Ellos me vieron decepcionados. La vergüenza y la deshonra caia sobre mi. Ofrecí mis mejores disculpas, el padre era más calmado. Pero su madre casi me quería pegar. Daniel la sujetó convenciendo le de que no valía la pena.

— Ahora desaparecete.

— Ojalá puedas perdonarme algún día, Daniel...

Al final de todo lo quería muchísimo, han sido cinco malditos años a su lado. Es el hombre que me ha cuidado y protegido.

Cuando volví a la casa de Sebastian me lleve la sorpresa de encontrarme con Jessica. La cual en cuanto me vio salió corriendo a abrazarme.

— Mi hermano me ha puesto al día con todo. Bienvenida de nuevo a la familia Eli.

— Gracias Jess.

No estoy de ánimos.

— Hey, ¿Que ocurre?

— Vengo de disculparme con la familia de Daniel. No es fácil, nada de esto es fácil.

— Oh... Angelito...

Me abrazó y me eche a llorar. Pasamos dentro de lla casa y Jess me estuvo escuchando, me desahogue con ella, hasta que me sentía mejor.

— ¿Te ayudo a preparar la comida? Seguro mi hermano vendrá hambriento, los viernes son los peores días y siempre agradece cuando le traigo de comer.

— Sería fantástico, gracias.

Las dos nos pusimos manos a la obra. Yo preparé unas natillas para postre. Y también ayude a Jess con el pollo en salsa.

— Sebastian ha estado muy nervioso estos meses, él no me decía nada pero la pobre Carol estaba empeñada en que volverías a vivir aquí con ellos.

— ¿Como decepcionar a la pequeña de la familia Stan?

Las dos reímos.

— Y hablando de pequeños de la familia... ¿Esperareis mucho a darme un nuevo sobrino?

Me salió la risa nerviosa.

— Bueno, los dos queremos, pero necesitamos ponernos al día. Hacer las cosas bien. Después de todo lo que ha pasado, necesito un poco de tiempo para despejar mi mente.

— Y bueno, supongo que Sebastian querrá casarse contigo antes.

— Si... yo también quisiera eso antes. ¿Que hay de ti? ¿Tienes pretendientes o que?

— Bueno, algo hay...

— Uhh, cuidado con la señorita Stan, ¿Saldrás de la soltería?

— Si, creo que sí. Alguien consiguió porfin sacarme de la soltería, aunque tengo miedo.

— No te preocupes, y no seas invecil como yo. Cuando el amor duele es porque es verdadero y no hay que dejarlo escapar.

— Se llama Héctor, es Italiano, pero vive aquí desde hace un par de años. Es el chico perfecto. Te lo presentaré.

— ¿Que opina Carol y Seb?

— Carol fue la que me empujó a hablarle, Seb... Bueno, digamos que Sebastian no es celoso solo con su hija o con sus novia, también lo es conmigo que soy su hermana.