Relatoganador del tercer puesto en el concurso hispano #BIPOC
SINOPSIS:
Desde que tiene raciocinio, los padres de Ashanti la han cobijado bajo dos reglas muy importantes: la primera es que jamás hay que rebelarse contra la familia y la segunda es que mezclarse con gente blanca de manera romántica no hará más que colmarla de problemas, de modo que siempre se le inculcó que era crucial evitar el rompimiento de ambas enseñanzas.
No obstante, estas pierden peso cuando acepta un trabajo como camarera en una variopinta islita en el Caribe y, en su primer día, conoce a Bastian, un joven saxofonista que, además de ser caucásico, despierta en ella todas las alarmas de peligro que se encargó de apagar cuando parece denotar sentir algo por su persona. ¿El problema? Que el sentimiento es mutuo.
Sería sencillo pensar que, si se aman, ninguna adversidad tendrá la capacidad de ponerlos en contra si se esfuerzan en hacerle frente, pero lo cierto es que, recorriendo los senderos del amor, rara vez no surgen socavones que ponen a prueba no solo lo que los involucrados experimentan en sus relaciones, sino si estas les benefician tanto como en un principio creyeron que lo hacía.
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Les hablaré de un relato romántico que escribió Lalu, una chica que se atrevió a participar en el concurso #BIPOC y que logró ganar el 3er lugar porque sin duda escribe genial. Desde el primer párrafo se puede notar un vocabulario amplio y fluido que permite que la lectura sea muy agradable.
Les cuento de qué trata Estigmas del corazón...
¿El racismo se cura viajando?
Es lamentable que en cualquier parte del mundo se encuentren personas que están en contra de la igualdad debido al color de piel, gente que todavía no entiende que solo hay una raza: la humana.
En este relato, la protagonista empaca sus cosas y aterriza en República Dominicana, su país natal, en donde consigue un empleo de camarera en un restaurante, ya que la solicitud para un puesto de subchef le es negada por ser negra. Como lo indica el título, el estigma viaja junto a ella en la maleta, al igual que todos los prejuicios que le fueron inculcados desde pequeña.
Entre cargar bandejas, rellenar vasos y limpiar, Ashanti conoce a un saxofonista con aires de casanova que hace chistes malos y que resulta estar más bueno que el pan. Él no le es para nada indiferente, pero ella no tiene intenciones de darle mucha atención. Bastian es blanco y debe evitarlo; su lujosa apariencia solo puede significar problemas. De manera que por un tiempo la joven logra mantenerse al margen, ella solo quiere trabajar para algún día abrir su propio restaurante, pero la vida no da muchas opciones y en menos de lo que ella cree el amor la tiene a su merced.
«Siete meses de noviazgo nunca fue equivalente de «fugaz» y, al mismo tiempo, de «perfecto» en su más depurado estado hasta que ellos lo protagonizaron».
Ashanti toma el riesgo de querer a Bastian, y él descubre que junto a ella es mejor persona, un nuevo hombre, alguien digno de recibir amor. Ambos dejan fluir sus sentimientos y todo parece perfecto, pero la hermosa morena sigue teniendo algunos complejos que no le permiten romper del todo las cadenas del racismo, y eso influye en su mente para que ella, aun teniéndolo, siga sintiendo que su novio es una estrella inalcanzable.
«Estar con Bastian traía a flote reminiscencias del pasado, sobre su antiguo novio; sobre los reproches de su madre alegando que se tenía merecido que este hubiese trapeado el piso con ella por no entender que los blancos y los negros no podían mezclarse románticamente...»
En resumen, Estigmas del corazón es un relato emotivo en donde la autora nos regala una historia romántica que no está muy lejos de la realidad.
¿Puede el amor cruzar las barreras del color de piel? Por supuesto que sí, hay que apostar siempre a los sentimientos por encima de los obstáculos, existe el blanco y el negro, pero estoy segura de que todos tenemos tonos grises en el alma.
