Los muertos enterrados junto a mi casa dicen que dos bocas como la tuya y la mía no pueden juntarse. Las vecinas de la calle adyacente piensan que debo dejar de ser gris, y a propósito te mojan cada vez que riegan esas flores que destilan secretos como gritos quemados. Mi suéter huele al café que te tomaste ayer. Y yo aún me pregunto qué hago a las dos de la mañana queriendo respirarte otra vez.
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En palabras de la autora: «"De cómo lo corriente dista de lo exorbitante" es mi primera novela gay, y tal vez la única que voy a ver rondando en mis escritos de aquí a no sé cuánto tiempo. Si alguien al que no le tenga confianza supiese de su existencia, probablemente se mostraría excépticx, yo también le di un par de vueltas al principio, pero lo que me ha gustado desde la idea principal que surgió en mi cabeza, es que todo salió natural. Aún estando rodeada de mentalidades cerradas y prejuicios, y de gente que no acepta estos temas. para mí fue como el agua de un río, fluyó y las palabras se dirigieron solas, como si siempre hubiese tenido la capacidad de contar la historia de un chico marcado interiormente por la vida feliz que se le acabó y el negativismo con el que convive a diario. Octavius, y en especial Dolan, son esa pareja rara que habla de reencarnación y actualidad, esa que nunca vas a encontrar en la vida real».
Siguiendo la misma línea de arte contemporáneo, en segundo lugar, tenemos a Ambs, la autora. No recuerdo cómo llegué a su perfil, ni si alguien me la recomendó, pero valió la pena desde el minuto uno. Algunas veces la sinopsis es más interesante que la obra en sí, pero este no es el caso. Solo por ella olvidé mi parámetro de cuentos y poesía y me metí de lleno en una novela, término que no resulta pesado acá, sino todo lo contrario.
En "De cómo lo corriente dista de lo exorbitante" el tiempo se distorsiona y cuando menos te lo esperas, ya terminaste otro capítulo. Así de sencillo y placentero es leer a Ambs. No te confundas, no es una lectura fácil en el sentido de mediocre. No hay capítulos de diez segundos. Ni palabras vacías. Me parece que nada sobra. Cada párrafo está bellamente narrado. Me refiero a sencillo en el sentido de que te toca el corazón, es muy fácil generar empatía con los personajes.
No soy muy fan de la floritura, prefiero la crudeza, ir directo y al grano; pero la atmósfera que acá te envuelve es tan única que sería injusto decir que Ambs solo eligió palabras bonitas para redactar hechos cotidianos. No es así. Ella trasciende la realidad y crea un estilo muy propio y ameno. Las palabras flotan como nubes frente a la pantalla. Parece que alguien te hablara entre sueños.
