the guardian. pjm

cuatro.

Yaeri jugaba con el anillo que llevaba en su dedo anular todos los días, resopló y sentía su cien pulsar de solo pensar en el estrés que viviría si se mantenía firme con la decisión que estaba a punto de tomar, pero ¿Qué tan malo podría ser?

Volvió a retomar su trabajo, el día era calmado, por fin una semana algo tranquila luego de pasar días de un lado a otro.

Gracias a Chaewong, a los ejecutivos de la empresa les pareció buena idea que Yaeri lanzará su línea de ropa en colaboración con un negocio pequeño.

Aunque los medios no tardaron en insinuar que era porque consideraba a las marcas de prestigio poco dignas de sus diseños.

Sopló quitando el exceso y admirando su creación, escogió la caja más elegante que tenía de su colección, colocó hasta algo de escénica dentro de ella para que su regalo estuviese perfecto.

Y mientras Yaeri se ocupaba de hacer el regalo perfecto, Jimin pasaba una tarde con su familia. A diferencia de la chica que pasaba sus días de descanso en casa sola y sin compañia, él estaba rodeado de su familia y mejor amiga, Misuk.

――¿Qué tal el trabajo?

――Los niños son muy tiernos, muy ordenados, sí a veces son demasiado traviesos pero nada que no pueda controlar. ――Ella contó. Trabajaba en una guardería y eso para Jimin tenía mucho sentido, dado que la personalidad de Misuk era muy tierna y dulce. ――¿Qué hay de ti? ¿Tu jefa no está molesta contigo por eso?

――Uh, ah... ――Rascó su nuca y ella se cruzó de brazos. ――Perdón.

――¿No haz terminado con ella aún?

――No-No es tan sencillo como parece.

――De hecho, lo es. ――Él se puso de pie, alejándose un poco, caminando hacia la estación de autobuses. ――Jimin, dijiste que lo harías, que detendrías esto, ¿Por qué aún no lo haces?

――Tengo todo bajo control, ¿Sí?No hay de que angustiarse, se puede dejar en cualquier momento. Un día más, un día menos.
――Como sí fuese cualquier cosa levantó sus hombros.

――Eso me dijiste antes. Paso una primera vez y dijiste "No volverá a pasar", pasó una segunda y fue "No pude resistirme", luego una tercera, una cuarta-

――¿Llevas la cuenta? ――Misuk se cruzó de brazos. ――Solo han sido esas, no dramatices.

Misuk lo sujeto del brazo, exigiendo que hablará de forma honesta.
――Jimin, ¿No te das cuenta en lo que te estás metiendo? Esa mujer tiene novio, esta comprometida- Y no con cualquier hombre si no con Lee Chaewong el hijo del co-dueño de la empresa de Naver.

――Ya lo sé.

――¿Entonces por qué no te haces a un lado?

――Cuando digo que no es fácil, es porque de verdad no lo es al menos no para mi.
Confesó algo avergonzado.

――Te enamoraste, ¿No es así? Por eso no puedes.

――Si la conocieras-

――Jimin, no puedes estar con ella.

――¿Por qué no?

――Porque ella ya tiene a alguien.

――¿Y eso que?

――¿Cómo que...? ――Misuk trataba de acumular toda la paciencia que había en el mundo. Ni los niños la estresaban tanto.
―― ¿Tanta lujuria te nublo el juicio?

――No se trata solo de eso.

――¿Entonces de qué...?

Volvió a encogerse de hombros, sabía que a ella le molestaba que hiciera eso así que solo se río por su expresión de fastidio.―― Cuando estoy con ella, realmente se siente como si solo fuésemos nosotros dos. Yo pienso que... Ella me quiere tanto como yo a ella.