once.

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Estando libre de trabajo, el clima era agradable, el sol relucía más que nunca acompañado de esa suave ventisca que hace que desees pasar todo el día regocijándote en un parque, recostada en el pasto verde, sintiendo esa frescura y picazón en la espalda. Eso era algo que solo podía imaginar porque en cuánto despertó su cerebro comenzaba a trabajar, a recordar todo, a analizar y la carga de culpa llegaba nuevamente haciendo que Yaeri solo sacudiera su cabello con ansiedad.
Fue hasta el baño, abriendo el gabinete de medicinas para sacar una pastilla para el dolor de cabeza, si no le mataba la situación, la mataría el dolor que no cedía y que parecía querer hacerle explotar la cabeza como un globo. Revisando entre el kit, encontró un frasco de pastillas para dormir medio lleno, al leer el nombre de la etiqueta supo que la dueña de dichos fármacos era su madre, ella los tomaba cuando aún dormir debido a la ausencia de su padre era difícil. Dio una mirada a sus lados revisando que nadie entrará y vació un par en su mano para tomarlas.

Solo pedía descansar un poco, solo un poco. Un rato de no pensar, de silencio en su cabeza, de paz.

Bien sabía que ella metió esa guerra en su mente, que lo causó y debía resolverlo. Pero todo estaba pasando tan abruptamente que respirar se volvía complicado.

Volvió a recostarse en la cama, esperando a que las pastillas hicieran efecto y cuando sus ojos se sintieron pesados, estuvo lista para arroparse y permitirse dormir.

――¿Y esa quién es?

――¿¡Cómo no vas a saber quién es Naerang!? Es una de las modelos más conocidas de Corea, ¿¡En que mundo vives!?

――¡¿Debo saber el nombre de todas las modelos!?――Hoshi reclamaba a Yeolim.

――¡Deberías! Ella es de las más lindas...Y ahora el Señor Chaewong parece estar saliendo con ella.

――"Enmendando la herida de un corazón roto".――Daiji leía.―― Vaya que los medios son bastante creativos para darle títulos a sus noticias.

――Apenas han pasado dos días.

――Empiezo a creer que el Señor Chaewong no era tan inocente como pensabamos. ――Daiji aceptaba y Hoshi lo observó con un gesto de "Se los dije". ――Se veía destrozado en esa entrevista y ahora ya se le ha visto con esa mujer.

――¡Que no es cualquier mujer!
Yeolim la defendía a muerte.

――Para mi lo es, la única mujer importante es mi esposa.

Jimin mantenía los ojos en su reloj, ya pasaban de las 3 y Yaeri aún no salía de su habitación, Hoshi subió su desayuno temprano, ya era hora de subir el otro platillo y estaba seguro que ni siquiera ha comido un solo bocado, lo que termina por angustiarle. ――Subiré a ver si ya ha despertado.

――¿No creen que él sepa ya la razón por la que terminaron?

――¿De nuevo con eso?

――Solo digo... Para mi como mujer sería deshonroso serle infiel a alguien que me cuido por tanto tiempo.

――Ya te dije, si tanto estas de parte de Chaewong trabaja para él.

――Lo único que quieres tu es quedarte con mi puesto...

――Solo tecleas y mueves un mouse, ¿Por qué habría de querer tu puesto?

――Es que estoy preocupada, ¿Sí? Si de verdad le fue infiel, significa que alguien se metía escondidas a la casa, ¿No es así? ¿No nos afectaría a nosotros que eso fuese verdad?

――¿Te está afectando justo ahora? Daiji preguntó.

――No-

――Todavía tienes empleo, ¿No?

the guardian. pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora