🎪Chapitre XXX🎪

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Me había quedado dormida profundamente, literalmente llevaba días sin dormir, pero había algo y era que en cuanto lo hacia relámpagos de recuerdos llegan a mi mente y se convierten en pesadillas. Siento las manos de todos sobre mí rompiendo cada una de mis prendas, veo el rostro maniático de Erick violándome sin nada de pudor, diviso los cadáveres colgados de Lola, Anna, Rufus, Dave y todas las chicas. Tengo unas inmensas ganas de vomitar y el llanto se apodera de mi ser al ver a Morgan alejándose de mí con asco, me veía como si fuera un bicho, se iba con desprecio. No quería que me viera de esa forma.

Me levanto de golpe en la cama y mi pecho sube y baja sin cesar, siento mis mejillas mojadas y me paso las manos por la cara tratando de calmarme.

A mi lado Morgan se hallaba durmiendo plácidamente como un bebé. Él había entrado a mitad de la noche cuando me quedé dormida, había sentido su presencia a mi costado y su brazo alrededor de mi cintura.

Respiro hondo y lo detallo con atención. Tenía el pelo despeinado y poseía los labios entre abiertos mientras respiraba con pasividad. Se veía cansado. Todos confiaban mucho en él y le dejaban peso sobre sus hombros.

Es un hombre inconsciente, proyecto tal vez de satanás; impetuoso, sin temores e insolente, ante todo cargo de autoridad. Pero detrás de toda esa fachada ambiciosa, yace un niño solitario e indefenso, cansado de la agonía de la vida.

Me pongo de pie con cuidado, con la intención de no despertarlo y me adentro al baño para ducharme.

Mi cabello mojado cae sobre mi espalda al terminar de secarlo con la toalla y me miro en el espejo observando cada una de mis heridas, busco cubrirme lo mejor posible con mi jersey para que no se vean y hago una mueca al tener que hacer esto.

Nunca había sido alguien insegura con mi cuerpo, pero cada vez que veo estas grietas en mi piel, me llevan a recordar todas las torturas que pasé con Erick.

A través del reflejo del espejo vislumbro a Morgan de pie en el umbral de la puerta del baño, él me mira con recelo y se acerca a mí para tomarme de los hombros.

—¿Por qué las cubres?—pregunta refiriéndose a mis heridas.

—Cada vez que las veo me hacen sentir sucia—musité cabizbaja.

—¿Sabes qué veo yo en ellas?—cuestiona y giro la cabeza para toparme con sus orbes verdes que el día de hoy poseían motas de color miel.

—¿Qué cosa?

—A una mujer muy valiente—besa la parte trasera de mi oreja y me estremezco ante el tacto de sus labios contra mi piel.

—Me hacen ver defectuosa—murmuro contemplando como pasa su mano alrededor de mi cintura para apoyar su cabeza en mi hombro.

—Sin importar cuantos defectos tengas, éstos te harán más perfecta.

En ese momento empiezo a sentir las conocidas mariposas en el estómago y el sonrojo no tarda en apoderarse de mis mejillas. Con Matt nunca había sentido las mariposas, creí que ellas eran un mito, pero ahora con Morgan, me doy cuenta de que no lo son.

Él me toma del mentón y me da un lento beso que me hace sentir más en calma.

—Me iré a duchar—susurra a milímetros de mi boca—si quieres vienes conmigo para ahorrar agua—propone y no puedo evitar reír ante la idea.

—Ya me duche—mis ojos se achinan cuando le sonrío.

—Entonces bañate otra vez—ladea la cabeza mirándome con inocencia como si su propuesta no fuera una indecente y se me hace tierno observar como me mira en espera de una respuesta.

The Circus of the Forest  [Bilogía Circus #1]Where stories live. Discover now