𝗦𝗖𝗔𝗥 ꀈ𝗸.𝗺

☾ 037

Antes de la explosión del avión.

Jungkook estaba muy inquieto, su lobo no paraba de dar vueltas y gruñendo ante el mal presentimiento que sentía. Tal vez debería seguir sus instintos, tal vez debería volver con su Omega y dejar este asunto en manos de la policía. Pero una parte de él le decía que tenía que viajar para poder saber la verdad.

Tomó su café cruzado de piernas mientras anunciaban su vuelo, miró su reloj y a las personas alrededor. Unas se despedían, las demás lloraban y otras se besaban. Para él ver esto sería un poco ridículo, pero eso fue antes de tener a Jimin en su vida. Cuando pensaba que nada valía la pena, tener esa estúpida máscara sofocando todo el tiempo, esconder quién era realmente por temor a ser criticado. Y aunque aún había personas mirándolo de más y criticando su rostro, su confianza era un poco más fuerte, pues el único que le importa y quiere, le ama tal cómo es.

A lo lejos pudo ver una tienda de comestibles, fue allí para comer algunas cosas en el avión. Entro mirando a niños llorando a sus padres para que les compren dulces, eso le saco una leve sonrisa, ya que se imaginó el cómo serían sus hijos con él cuándo le pidieran esas simples cosas. Tomó algunos dulces, también frituras y aunque no suele comerlas tanto: de vez en cuando no caían mal, o tal vez era por el embarazo de Jimin. Se había dado cuenta que esos antojos extraños también le afectaba a él.

Pagó y salió. Tenía la intención de volver a su asiento, pero una mujer de cabello rojizo ojos azules se acercó a su persona directamente.

─Necesito que venga conmigo ahora mismo. ─Le dice en un susurro, a lo que Jungkook iba a protestar, pero al ver qué tenía un arma debajo de un gran abrigo, no dudo en asentir y seguirla. ─Vamos, alguien nos puede ver. No intente nada estúpido o de lo contrario lo mataré.

El Alfa no dice nada, ni siquiera sabía quién rayos es está mujer de acento extraño. Lo lleva hacia fuera para ir al auto de la pelirroja. Se asegura que nadie la mire y cierra con seguro. Baja el arma y Jeon aún sigue algo desconcertado, no tenía ni puta idea de quién era esa mujer.

─Pónganse el cinturón y escuché con atención lo que le diré. Me llamo Samantha Munroe, trabajaba para el manicomio Blackwood Pines. ─Empieza a decir lo que el Alfa no estaba entendiendo un carajo, ella seguía conduciendo.─ Tengo información de...

─¡No me importa quién es usted! ─La interrumpe─ Tengo un vuelo que tomar y necesito que me deje salir, o llamaré a la policía. ─Amenaza.

─Me importa un carajo que pierda su vuelo. Tiene que escucharme es de vida o muerte. ─Pero el Alfa se negaba. ─¿Le suena el nombre de Mariela?

─¿Mariela?

─Mariela Cornejo, la hija del señor Anton Leopoldo Cornejo. Esa maldita familia está completamente loca. ¿Sabe de quién hablo no? ─Jeon asintió muy confundido ¿Como sabía ella de Mariela?─ Bien, ya que estamos en el mismo plano debe escucharme. Esa loca junto a su hermano han matado a muchas personas, yo trabajé en ese manicomio por trece años. Su hermano mayor Abel Cornejo fue dejado ahí por el señor Anton. Yo me encargaba de él cuándo fue ingresado, pero supe inmediatamente que estaba completamente mal de la cabeza. Un día era un amable paciente, al otro un psicópata, al otro un diseñador. Tenía cambios de personalidad. No estaba bien.

─¿Pero qué tiene que ver conmigo? No entiendo. ─Jeon al ser un Alfa de autoridad, se sentía demasiado cabreado por qué la Omega lo tenía bajo su poder, aún le apuntaba con el arma, parecía una maldita experta. Él se mantenía firme en su lugar, no sabía si ella le dispararía y no quería comprobarlo.

─Sólo escucha ─Se detiene en un carril, rechinando las llantas haciendo que Jeon casi se fuera de bruces hacía delante. La Omega saca una laptop y la enciende con todo la información que paso hace años atrás, se la entrega a Jeon quien miraba la información─ Mariela contrato hombres para sacar a su hermano, hizo todo un papeleo para que saliera con buena conducta del manicomio Blackwood Pines. Este iba a cerrar así que aprovecho eso. Después de que salieron, Abel asesinó a mi madre, la mató porque se enamoró de ella, por su aroma a dulce y naranja. ─Explica con todo el dolor y resentimiento─ Supe hasta después que Abel tiene una obsesión por los omegas de aromas dulces, mi madre fue parte de esa obsesión. ¿Quería matarlo? Si. Pero no tenía información de él y fue cuando comencé con todo esto: lo que me dirigió a usted.

El Alfa miraba como salía en los periódicos e información de noticias el asesinato cruel sobre la Omega Natilia Munroe, que nadie sabía quién era el responsable.

─Yo no sabía que Mariela tenía un hermano, pensé que sólo era ella. ─responde sin quitar la mirada de la laptop.

─Tal vez porque era muy pequeño cuando eso pasó, el muy maldito de Abel no solamente me quitó lo que más quería en la vida, sino también usted.

Jungkook miraba la información del accidente de los Jeon, donde esa noche su cumpleaños perdió lo que más amaba en el mundo. Samantha notó su mirar tan furioso, ella lo entendía, lidiaban con un loco. Les quitaron algo muy preciado, todo por la negligencia de los corruptos del manicomio.

─¿Él... Asesino... ─Susurro en voz baja, sin terminar la pregunta.

─Abel asesinó a sus padres, lo planeo todo porque sintió una fuerte obsesión con su madre. Él lo odia demasiado a usted, porque para él fue la razón por la que ella no respondió sus sentimientos fue usted.

Entonces recordó las cartas, ahora todo tenía sentido.

─Mi Omega encontró unas cartas donde alguien le declara sus sentimientos a mi madre, ¿fue él todo este tiempo? ─La Omega asintió.

─Los hermanos tienen fuertes obsesiones, están mal mentalmente. Yo estoy aquí diciéndole todo esto porque hace unos días descubrí que Abel Cornejo está detrás de su Omega. Le hará algo, tiene su aroma a kilómetros y no lo dejará ir.

Jeon apretó sus puños, ese maldito enfermo no sólo le quitó a su familia sino también quiere quitarle a su Omega; el cuál esperaba sus hermosos cachorros. No podía permitir que algo malo les pasará, perdió todo de niño, no pretendía perder a nadie en su presente.

─Conduzca rápidamente a mi mansión, le diré el camino.

Ella asintió. ─Bien, sólo déjame...

─¡Le dije que conduzca rápido...!

Iba a usar su voz de Alfa con la Omega, pero una gran explosión no lo dejó terminar. Ambos salieron del auto notando el fuego en cielo y los pesados de metal caer desde arriba. Jeon sintió sus garras encajarse en el metal de la puerta, sus ojos se tornaron violentas y su lobo aulló por dentro.

Cualquiera miro la gran tragedia en el cielo. Nadie podía creer lo que miraba. Nadie podía creer lo que pasaba.

Entonces fue cuando lo sintió, sintió los llamados de auxilio de su Omega, pidiéndole a gritos que volviera, su lobo quería salir. No perdió el tiempo y metió a la Omega pelirroja al auto, está le reclamaba algo pero Jeon no la escuchaba. Encendió el auto y arrancó a toda velocidad a su mansión, donde su Omega corría peligro, donde ahora mismo lo único que quería era matar con sus propias manos a Mariela.

Si no la arrojó por el acantilado cuando niño, ahora sí lo haría, si le pone una mano encima a su Omega, no pensaba detenerse con lo que le haría.

Las cosas se estaban poniendo sumamente tensas.

Ya vamos por el final, una falta como un capítulo pero ya casi. Un nuevo personaje, que quiere venganza también, salvó a Jungkook de morir.
💕👏

Nos vemos pronto.