Capítulo 21.

723 76 17
                                    

Habían pasado ya un par de días tras haber oficializado su relación con Derek y las cosas entre ellos no podían ir mejor. Se estaban dando su tiempo para explorar ese nuevo ámbito en sus vidas, conociéndose lenta y concienzudamente. Disfrutaban estando juntos, ya fuera entrenando, charlando, mirando su serie o simplemente tirados en el suelo mirando al techo en silencio. No existía incomodidad alguna entre ellos, solo la simple y llana calidez de estar con un ser querido.

Jackson y Danny habían armado un escándalo al enterarse, el pelinegro lo había felicitado y deseado suerte, pero Jackson, no había dejado de alabarse a sí mismo alegando su maravilloso ingenio e inventiva como cupido. Los inventó a beber en honor a su gran éxito al juntar al chico, en sus propias palabras, más chinchoso del universo con su rarito amor platónico.

Fue una noche divertida, Jackson sabía cómo arreglárselas para meterlos en bares sin problema, bailaron, bebieron y festejaron hasta muy tarde. Al día siguiente y con el cuerpo adormecido por la noche de fiesta, desayunó con su padre aprovechando para comentarle muy superficialmente que ahora tenía pareja. El sheriff también lo felicitó con un gesto risueño antes de recordarle que bajo su techo no tendría sexo ni aunque su novio fuera el mismísimo Tom Cruise. No comentó más que un par de reclamos a su padre por meter el tema, aunque sabía que no era necesaria aquella aclaración, Derek y él lo habían hablado. No se sentía preparado para dar ese paso todavía, le gustaba bromear al respecto, conocer del tema y autoexplorarse un poco, pero de ahí a realmente tener sexo le quedaba un abismo, y quería esperar mínimo hasta los 18. Claro, si la oportunidad de hacer cosas relativas, pero no propiamente sexo, puede que no se mostrara tan reacio a ellas. ¿Quién sabe?

Por el momento las cosas estaban bien cómo estaban, o al menos en aquella sección de su vida personal. Scott era otra historia.

Era su mejor amigo, su hermano, lo quería de su lado, riendo cuando Jackson hiciera algún comentario con doble sentido, o poniéndose del lado de Danny cuando éste se negara a acosar a Stiles con preguntas sobre la identidad de su novio. También traumándose por llegar en momentos inoportunos al loft mientras Derek y él se besuqueaban en el sofá. Pero se negaba a escuchar a nadie, mucho menos a él.

— Lo necesitamos — declaró una voz con firmeza regresándolo a la realidad, sintió el impulso de asentir nostalgicamente, pero no lo hizo, porque no sabía de qué hablaban ni que era exactamente lo que según Peter su manada necesitaba.

Su manada. Jesús iba a infartarse, tenía una manada.

— No, en lo absoluto — volvió a negarse el beta. Procesó lo que pasaba y recordó, ellos también hablaban de Scott. Peter ya les había comentado sobre la manada de los alfas, necesitaban formar una manada tan rápido y pronto como les fuera posible, requerían de la presencia del beta de sangre, el primer beta y el druida, tres bases que rodeaban al alfa, solo lo necesario para iniciar una manada, debían reclutar más lobos, en la de ya.

— Derek me encanta tu optimismo, pero sabes perfectamente que ésto no es tan fácil — alegó el rubio con un gesto de cansancio ya desesperado. El beta se preparaba para rebatir cuando Stiles también aburrido de darle vueltas al tema intervino.

— Puedo intentar convencerlo — sugirió mirando alternativamente entre los lobos. Derek le dirigió una mirada mucho más relajada, mientras que Peter lo miraba con mucha aprobación.

— No tienes que... — el lobo trató de disuadirlo, pero él se negó con un movimiento de cabeza interrumpiendolo.

— Lo sé, pero si las cosas se pondrán tan mal no queda de otra — aseguró en un encogimiento de hombros — Derek, ellos eliminan betas  — le recordó mientras le daba una mirada significativa.

TrustDonde viven las historias. Descúbrelo ahora