One shots - Multifandom

Riverdale | Jughead Jones

—¡Por dios! ¡¿Jughead, qué te pasó?! —pregunté exaltada al ver a Jughead entrar por la puerta con golpes en la cara.

—Solo tuve una pelea con los bulldogs.. —respondió él, con un tono de voz diferente. Se veía adolorido, y sabía que lo estaba.

—Esos hijos de..

—No es nada —dijo, haciendo que me levantara de la silla en la que estaba sentada.

—¿Qué no es nada, Jughead? ¡Mira como te dejaron! —exclamé— Son unos completos idiotas —murmuré, acercándome a la pequeña cocina que se encontraba en el trailer de Jughead.

—¿Qué buscas? —preguntó, me di la vuelta y lo vi sentándose en el sofá, recargando la cabeza en el respaldo. Me di la vuelta otra ves y seguí buscando.

—Un botiquín —respondí, abriendo las alacenas— ¿Acaso tienen?

—Tu que crees.. —lo escuché reírse.

—Bingo —dije cuando en una alacena vi el botiquín de primeros auxilios. Antes, baje la mirada y frente a mi estaba en fregadero. Me lave las manos con jabón para no provocarle una infección. Después tomé el botiquín y caminé hasta Jughead, para después sentarme a su lado.

—¿Qué haces aquí? —preguntó, enderezándose en el sofá, cuando notó que le curaría las heridas.

—Vine por que quería hablar contigo sobre lo qué pasó la otra vez.. —murmuré, mientras agarraba un pedazo de algodón y le ponía alcohol.

Se quedó unos segundos en silencio, mientras me acercaba a su rostro y comenzaba a frotar el algodón por una herida al lado de su ojo. Él instantáneamente se movió por el dolor.

—¿Sobre el beso? —cuestionó, haciendo que me separará de él. Corte una gasa del tamaño de su herida, y después con una cinta la coloqué en su herida.

—Sí.. —murmuré.

—¿Y qué quieres decirme? —dijo cuando otra ves pase por otra herida un algodón con alcohol.

—Que no puede volver a pasar.

—¿Por qué?

—Sweet Pea te mataría —hablé, obvia. Mi hermano a veces podía llegar a ser celoso, y más con Jughead, no es que se llevara muy bien con el.

—¿Acaso sigues sus órdenes? —preguntó, burlón.

—Claro que no —negué, poniendo otra gasa en su herida— Es solo que..

—No sabes ni que decir.

—No quiero problemas Jughead..

—Problemas son los que tendrás conmigo si no me hablas con la verdad, _______ —dijo, haciendo que lo mirara a los ojos. Él me miró detenidamente, antes de inclinarse hacía el frente y besarme.

Me había tomado desprevenida, al principio no le seguí el beso, pero cuando reaccioné, lo seguí besando. Llevo su mano a mi mejilla, mientras comenzaba a inclinarse cada ves más. Coloqué una mano en su pecho y lo empujé levemente, mientras aún lo seguía besando. Ante tal acción; Jughead me sostuvo de los muslos y me sentó a horcajadas sobre él.

Su lengua comenzó a hacerse presente, y no dude en abrirle paso. Pase mis manos por su cuello, mientras me aferraba a su cuerpo. Me separé de sus labios y deje pequeños besos al rededor de su rostro, para después pasar a sus heridas, en cada una deje pequeños besos, haciendo que Jughead sonriera, mientras sentía sus manos acariciar mi cintura.

—Gracias por siempre ser mi enfermera personal —susurró. Sonreí cerca de sus labios, para después besarlo lentamente.

—¿Sabes qué..? —dije entre besos— Olvida lo que dije antes, a la mierda todo —Jughead se separó de mí y una gran sonrisa se formó en sus labios.

Me acerqué para besarlo, mientras lo ayudaba a deshacerse de su chamarra. Yo traía un top que se desabrochaba desde atrás, así que Jughead llevo sus manos desde mi espalda baja hasta arriba, y se deshizo de mi top, mis pechos quedaron al descubierto y me separé de Jughead.

Apenas iba a quitarme mi chaqueta de las serpientes, cuando Jughead me detiene.

—Déjatela —dijo, haciendo que lo mirara confundida— Te ves demasiado sexy con ella —dijo sonriendo, por lo que solté una risa antes de abalanzarme para besarlo.

En un rápido movimiento Jughead me recostó en el sofá, mientras él se posicionaba sobre mí sin llegar a dejar caer su peso. Se acercó para besarme, mientras yo tenía mis manos aferradas a su cuello, acercándolo más hacía mi para sentirlo cerca.

Los dos sabíamos que lo nuestro podía traer problemas. Pero no nos importaba en absoluto, sabíamos que todo valdría la pena.

Me fue imposible resistirme a Jughead Jones.