•Kim Namjoon•

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—¡Ayuda! ¡Por favor ayuda!

Seguía gritando sin cesar. La carretera se veía cada vez más oscura y los autos pasaban a una velocidad no precisamente legal aun cuando la lluvia caía demasiado fuerte.

Me resigne por milésima vez y mire detrás de mí a mi auto descompuesto. Ni siquiera sabía que le había sucedido, solo sabía que no podía seguir avanzando. No había ningún local o algo por el estilo cerca, estaba en medio de la nada, pero era una carretera transitada por ser lo que conecta a Seúl con pequeños pueblos a las afueras.

Me agaché en el suelo y escondí mi cabeza entre mis piernas. Grite fuertemente. Estaba frustrada. Mi celular no tenía batería. No tenía como comunicarme con alguien.

Lo único que me quedaba era esperar a que algún auto se detuviera y con suerte el conductor no sea un psicopata para poder subir a su auto.

Me levanté y volví a asomarme. Mire las luces de los autos cada vez más cerca, entonces, nuevamente comencé a mover mis brazos de manera desesperada, por que si lo estaba.

Estaba muriendo de frío, el agua estaba helada.

Ningún auto se detenía. Baje la cabeza y largué un suspiro. ¿Enserio tendría que dormir en el auto y seguir esperando en la mañana algún auto que pare? ¿O tendría que arriesgarme y caminar hasta encontrar algún local cercano? No lo sabía con certeza. No tenía cabeza para pensar en eso.

Una luz que se acercaba me hizo voltear de reojo y mirar que venía un único auto en la carretera.

Comencé nuevamente a agitar mis brazos y gritar por ayuda.

El auto no iba tan rápido como los demás, llevaba una buena velocidad. Y aún así, pasó de largo.

Suspiré aún más frustrada y me giré para golpear la parte delantera de mi auto. Inmediatamente me queje ya que no soporte el golpe con mis tacones, los cuales por cierto me estaban matando.

Un ruido cercano me hizo mirar hacia atrás. El auto estaba dando de reversa.

Cada vez se iba acercando hacia mi, y cuando lo miré detenerse frente a mi casi sentí mis lágrimas caer por mis mejillas.

La persona dentro del auto bajo el vidrio y me
permitió acercarme para hablarme.

—Hola, mi auto se averió hace pocas horas, no sé qué le sucede, necesito ayuda, por favor, usted ha sido la única persona que se ha detenido —hablé, con cansancio en la voz. De verdad solo quería dormir. Estaba exhausta.

La persona volvió a subir el vidrio y me alarmé, pensé que se iría, pero en cambio bajo de su auto y rodeó este hasta llegar cerca de mí.

—Te seré sincero, no sé sobre autos, no te puedo ayudar con eso.

—Maldita sea —volví a agacharme y esconder mi cabeza entre mis piernas.

Al cabo de unos segundos volvió a hablar.

—¿Eres de aquí?

—No, soy de un pueblo a las afueras de Seúl —dije, levantando mi mirada.

—Puedo.. puedo llevarte si quieres.

—¿Eh?

—¿Te estás mudando?

—Sí..

—Puedes subir lo que tengas a mi auto y puedo llevarte a tu destino.

Me sentí apenada.

—Eh.. bueno, verás, soy algo así como.. un alma libre —medio sonreí— Así que solo empaque mis cosas y decidí viajar a Seúl para probar la calidad de vida, no rente en ningún lugar, mi plan era llegar en el día pero se hizo tarde esperando aquí, así que.. sí.. —termine de decir, un tanto apenada. Creo que debería pensar mejor las cosas la próxima vez. Por más que me gusten este tipo de planes debía pensar en las consecuencias.

One shots - MultifandomUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum