•Bill Skarsgård•

1.4K 65 12
                                    

El verano ya había llegado. Me encontraba en un hotel de Los Ángeles. Era grande, pero a la vez privado. Estas vacaciones queríamos pasarla en paz con mi novio. Queríamos estar fuera de disturbios con la prensa y todas esas cosas. A veces solo queríamos ser unos normales civiles. Pero es tan claro como el agua; eso no sería posible. Al menos trataríamos de que lo fuera.

Al principio solo íbamos a ser Bill y yo. Pero después decidimos invitar a nuestras familias. O al menos a los que pudieran venir. Solo algunos Skarsgård podían venir; como Alexander, Stellan, My, y Eija. Y de mi familia solo mi mamá, papá y hermano menor.

Oh sí, creo que olvide mencionarlo. Estoy con el famosísimo actor "Bill Skarsgård" sí, ese actor guapísimo que mide más de metro noventa, el de ojos verdes, una perfecta nariz y una mirada penetrante.

Sí, él es mi novio. Llevamos juntos cuatro años. Y creo que ya es algo obvio que el público lo sabe. Que él sea actor y yo también sea actriz, complica un poco más las cosas. Nosotros decidimos oficializar todo un tiempo después. No queríamos problemas.

—¿En qué piensas linda? —escuché una voz. Salí de mi trance y me giré hacía Bill. Sonreí acercándome a él. Ambos estábamos en la piscina así que prácticamente nade hasta él.

—En nada.. solo creo que el sol me está friendo el cerebro —comenté con diversión, cuando él sostuvo mi cintura y hizo que enrollara mis piernas en su cintura.

—Me pasa igual. Creo que no estamos tan acostumbrados —rodó los ojos. Reí poniendo mis manos sobre sus hombros.

—Extrañas el clima fresco, ¿no? —el asintió con un puchero. Yo reí— Igual lo extraño. Sabes que prefiero el frío que el calor.

—Lo sé.. —murmuró. Comencé a resbalarme, mis piernas estaban bajando por su cadera.

—Oye sostenme bien —dije aferrando mi agarre en sus hombros y acercándome más a su cuerpo. El rió atrapándome en brazos.

—No es mi culpa que seas tan liviana y tú metro setenta y tres no te ayude en nada —respondió burlón, por lo que rodé los ojos.

—No es mi culpa que tú seas un rascacielos con tu metro noventa y dos —dije burlesca. El rió negando con la cabeza— Sostenme.. —dije abrazándolo.

—Siempre —susurró. Mi cabeza había quedado recostada en su hombro; por lo que la alejé y me acerqué a sus labios para darle un corto beso.

Él sonrió cuando nos separamos. Me apretujo más contra su cuerpo y logré sentir su abdomen marcado sobre mi pecho y abdomen. Sentí su corazón latir con rapidez en mi pecho. Sonreí inconscientemente. Había notado eso recientemente. Cada vez que abrazaba a Bill su corazón se aceleraba. No sabía muy bien la causa. Pero espero que sea algo bueno lo cual yo le provoque.

Tomó mi rostro entre mis manos, me miró durante unos segundos; miraba con atención cada facción de mi rostro. Divagaba por mis mejillas, mis cejas, mis ojos, mi nariz y por último mis labios. Repentinamente cortó la distancia entre nosotros y me beso. Tuve que enterrar mis dedos en sus hombros debido a la intensidad con la que me beso. Sus manos se aferraron a mis caderas. Mis manos bajaron con lentitud y facilidad por su pecho; debido a el agua recorriendo todo su torso.

Sentía que me resbalaba. Con una sola mano me sostuvo de mi espalda baja y me elevó más, llevo su otra mano a mi mejilla y comenzó acariciarla. Mis manos se encontraban en su cuello tratando de acercarlo más a mí, pero ya nos era imposible.

De repente alguien interrumpió ese lindo y salvaje momento.

—Oigan están en una piscina no en una cama.

One shots - MultifandomWhere stories live. Discover now