•Madelaine Petchs•

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—Lu, es enserio, no me apetece asistir a esa fiesta súper privada como dices —repetí a mi amiga por milésima vez. Estaba terca en querer llevarme a una fiesta exclusiva.

—¿_________, eres idiota o qué? —refutó— Es la jodida fiesta del año, ¡Asistirán personas súper exclusivas! No cualquiera va a esta fiesta, y Dante nos invitó a ambas.

—Más bien a ti —reproche cruzándome de brazos.

—Sí, bueno, pero.. él dijo que estaba bien que vinieras. Sabes que me pongo nerviosa al estar sola con el —declaró.

—Sí, claro que lo sé —reí.

—Dios mío, como no vengas te juro te llevo de las greñas —rodé los ojos una vez más, me levante del sofá y la encaré.

—¡No me dejas ni ver mi serie!

—¡Yo te mostré Riverdale!

—Y esta buenísima, me estás interrumpiendo.

—La puedes ver después. Y esta fiesta es única.

—Jodes demasiado, ¿Lo sabes? —suspire. Ella sonrió en grande mientras aplaudía.

—Vístete increíble, ¿Sí? ¡AAAAAAAAH SERÁ LA FIESTA DEL AÑO! —grito festejando.

—Lo has dicho como mil veces.

—Pues ahora fueron mil y una —sonrió.

—Jodete.

Caminé hacia mi habitación mientras escuchaba su risa maliciosa.

Hace un rato me había bañado, así que solo abrí mi armario perezosamente y busqué entre la ropa colgada. Casi en el fondo logre encontrar un vestido muy lindo que casi no usaba, era bastante llamativo y casi no salía a lugares que requiera esa ocasión. Pero esta parecía ser perfecta.

El vestido era negro, era brillante, y por la parte de la espalda estaba descubierto; tenia telas finas que cruzaban desde los hombros hasta mi cadera, y de la cadera hacía arriba. Así logrando un corte de espalda perfecto. No era largo, pero tampoco muy corto; me llegaba un poco más arriba de las rodillas.

Me maquille naturalmente, aunque a los minutos llego Lu y me retoco el maquillaje dejándome tal cual personaje de euphoria.

Las zapatillas eran negras aterciopeladas. Eran muy lindas aparte de que no eran demasiado altas, y lo mejor de todo es que eran cómodas.

Mi cabello era naturalmente ondulado, no me molestaba en plancharlo, aparte de que tardaría mucho. Así que solo lo desenrede y listo, ya estaba lista.

Al final solo tome un pequeño bolso dorado en donde solo eche cosas esenciales. Salí junto a Lu de mi habitación y ella me miró de arriba abajo.

—Te ves estupenda mujer —sonrió entusiasmada— Vamos.

Algunos minutos después, ambas ya íbamos camino a esa dichosa fiesta.

—Que quede claro que solo voy para que no quedes en ridículo frente a Dante —dije burlona.

—Sí claro, ambas sabemos que vas por qué hay alcohol gratis —me miró de reojo fugazmente ya que ella iba manejando. En sus labios una sonrisa diversidad se asomaba.

—Me conoces tan bien —sonreí negando.

—Lo sé, linda.

El resto del camino se fue súper rápido debido a que ambas íbamos cantando a todo pulmón las canciones que mi Spotify reproducía.

Momentos después de estacionarnos ya estábamos dentro de una gran mansión, la cual tenía demasiadas cosas lujosas y seguramente caras. Nos abrimos paso entre la gente en busca de Dante quien aviso estaría en un lugar en específico.

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