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Las clases ya habían terminado, ahora Percy y yo nos dirigíamos a mi auto para ir a casa.
El estacionamiento en estos momentos está casi desolado, solo hay unas cuantas personas en los alrededores.
Mientras caminamos siento una punzada en mi nuca, la cual llevo sintiendo desde que Percy llegó. Volteo para ver qué o quién es, pero no hay nada, confusa me dirijo hacía Percy.
—¿Sientes eso?
—¿Sentir qué?
—Esa sensación de sentirte observado.
Percy frunce el ceño y voltea hacía atrás, se queda mirando a un punto fijo durante un tiempo haciendo que yo voltee para encontrar lo que está viendo, al voltear un grupo de chicos que nunca antes había visto estaban mirándonos fijamente.
—¿Los conoces? —pregunta Percy.
—Nunca los había visto —respondo a lo que Percy me ve preocupado.
—Creo que lo mejor será irnos ya, Ocean —asiento a lo que dijo. El coche ya no estaba lejos podía divisarlo desde aquí, le señalé a Percy donde estaba y empezamos a caminar más rápido.
La sensación no desapareció ni cuando llegamos al coche, busqué mis llaves para poder abrirlo pero no estaban.
Me di un golpe en la frente. Las deje en mi casillero.
—Percy —lo llamé—. Se ve olvidaron las llaves —dije en una mueca.
—¿Se te olvidaron las llaves? —preguntó incrédulo a lo que yo asentí apenada—. ¿Me estás diciendo que tenemos que regresar y pasar de nuevo por la bola de acosadores?
—Si —murmure, el suspiró.
Percy volteó hacia la dirección en la que anteriormente estaban los chicos, pero ya no había nadie. Fruncí el ceño, no habían pasado por aquí, a menos que hayan regresado adentro.
—Vamos rápido, Ocean —asentí rápidamente pero él atravesó su brazo impidiéndome el paso, lo miré interrogante esperando una respuesta—. Algo no anda bien.
Antes de poder responder, el fuerte ruido de algo estrellándose a nuestras espaldas hizo que volteáramos, jadee de sorpresa.
—Creo que las llaves ya no van a ser necesarias —bromeó Percy nervioso al ver al Jeep siendo aplastado por otro coche.
—Mierda, en serio amaba ese auto —exclamé en un puchero.
