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—Hemos llegado, bella dama —exclamó Jasper sacándome de mi ensoñación.
—Gracias, caballero —hablé siguiéndole él juego, el cual ya era algo nuestro.
Después de estar un rato más sentados en la arena hablando de trivialidades, Jasper y yo notamos que ya empezaba a oscurecer por lo que decidimos volver. Al final si vamos a estudiar, pero fue lindo tener ese momento antes de llegar al punto.
Al llegar a la mansión Cullen nos encontramos con Esme en la entrada.
—¿Ocean? —inquirió confundida al verme—. Lo siento, es solo que Jasper no mencionó que venías —expresó apenada viendo al antes mencionado con reproche—. Adelante, pasa —exclamó esbozando una cordial sonrisa.
Agradecí y pasé, sorprendiéndome al ver a Bella ahí.
—¿Bella?/¿Ocean? —preguntamos sorprendidas. Reí.
—Tiene tiempo que no te veía —exclamé viéndola.
—Si, algo —susurró tímida.
—Bueno, ya nos íbamos —interrumpió Edward llevando a Bella al piso de arriba.
Cuando se fueron noté el desastre que había en la cocina.
—¡Vaya! —exclamé—. ¿Qué pasó aquí? —pregunte al ver los restos de vidrio y comida regados por todo el suelo.
—Algo que Rosalie limpiara —contestó Esme con un deje de molestia.
Rosalie bufo irritada pero asintió, saliendo al instante en busca de algo con lo que poder limpiar.
Al pasar a mi lado me abrazo rápidamente susurrando un "Hola" como saludo. Seguida de Alice quien también estaba por salir, correspondí los saludos para después hacerme a un lado dejándolas pasar.
Después de unos segundos el ambiente tenso desapareció.
—Bueno, al menos llego Ocean, y no creo que ella se niegue a comer. Conociéndola... —expresó Dylan viéndome con gracia, ganándose un golpe de mi parte.
—Parece que fuiste contratado para ser su nuevo saco —se burló Emmett. Refiriéndose a los golpes que le daba a Percy cada que me molestaba. Rayos, extraño a mi hermano. Me giré a Emmett y a él también le di un golpe—. ¡Oye! ¿¡Y eso por qué!? —expresó viéndome indignado.
—Por recordarme a Percy —reproche, causando una risa en Jasper.
—Bienvenido, saco numero tres —se burló Jasper, y a él también le di un golpe—. ¡Ocean!
—Bienvenido, saco número cuatro —dije con diversión, sacándole una risa a Dylan y a Emmett.
—Sean bienvenidos, hermanos —bromeó Dylan.
—Espera... ¿De qué comida hablabas? —pregunte señalando a Dylan con interés, recordando lo que había dicho hace un minuto.
—Le hicimos comida a Bella, pero resulta que comió antes de venir —contestó molesto.
