Capitulo 18.

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Effie entra en mi habitación tras haber llamado a la puerta tres veces sin recibir respuesta.

«Que pena. Esperaba que pensara que estaba muerta y se largara.»- pensé con el rostro hundido en la almohada.

- Ser puntual es muy importante para una boda.- recriminó caminando por toda la habitación. Sus tacones repiqueteaban en el suelo de madera de forma irritante.

- Ya voy, Effie...-digo medio dormida-, pero por favor, quédate quieta o tira esos tacones por la ventana, lo que te sea preferible.

- Lo primero es desayunar.- ignoró mi comentario y siguió hablando.- Peeta te ha dejado el desayuno preparado.

- Vale...- me levanto con parsimonia y empiezo a comer lo que hay en la bandeja de plástico que ha dejado Effie a mi lado.

Effie dice que ver a la novia con el vestido puesto trae mala suerte, así que echó a Peeta esta mañana.

- Vamos, vamos, vamos. Hay que darse prisa. Empezaré con el peinado, después el maquillaje, el vestido....- dejé de escuchar su parloteo cuando empezó a enumerar una larga lista de cosas.

Cuando Peeta y yo anunciamos que nos íbamos a casar, Effie se puso como una loca. Y ahora actúaba como una.

Cuando acabé mi "saludable desayuno", como lo había llamado Effie, empezó a peinarme.

Mi pelo fue recogido en un moño elegante decorado con algunas trenzas.

Por suerte, Effie había echo caso de mis peticiones, y había elegido un maquillaje sencillo y poco llamativo.

El vestido era más de lo mismo. Sencillo, pero elegante. Algo muy distinto a lo que Cinna estaba acostumbrado a hacer, pero que sin embargo llevaba su nombre inscrito. La tela blanca brillaba con un halo plateado bajo los rayos del sol, de esa forma el encaje destacaba un poco más. Se trataba de un vestido sin mangas que se ajustaba hasta la cintura y caía suelto después. No era voluptuoso, lo que permitía que tuviera una cola de un metro. La pedrería del corpiño hacía juego con la del velo; un poco más largo que la cola del vestido.

La ceremonia se celebraría en el lago. Sería algo íntimo; sin mucha gente.

(......)

El viaje al lago se me hace corto a pesar de la enorme distancia que lo separa del doce.

Trato de encontrar a Haymitch con la mirada mientras intento controlar el latir frenético de mí corazón. Trato de limpiarme el sudor de las manos en la tela blanca del vestido, sin embargo la pedrería impide la absorción y mis manos resbalan sobre las piedras preciosas como si nada, así que lo dejo tal cual.

"Genial."- pienso malhumorada.

Las ramas se rompen bajo el peso de unas pisadas y me obligo a levantar la mirada.

Haymitch luce un esmoquin negro sencillo con una camisa blanca que con suerte no ha ensuciado con su olor a alcohol.

- Has llegado tres minutos tarde.- le regaña Effie por lo bajo.- La puntualidad...- dejo de escucharla y me centro en la arritmia que estoy sintiendo en el pecho.

"Dos minutos más y me da algo."- suspiro aliviada.

- Pensé que te habrías quedado inconsciente al beber demasiado y que no llegarías a tiempo.

- Soy yo el que lleva aquí desde temprano esperando.- me reprocha con una sonrisa mientras se acerca a mi.- Y ya sabes que la puntualidad es muy, muy, muy importante.- imita la voz chillona de Effie y después nos reímos.

Effie pone cara de indignación al ver como la ignoramos a ella y a sus sermones. Pero una sonrisa le tira de los labios enseguida, delantandola.

- Bueno, iré a avisar a los músicos. Ya sabéis, cuando empiece la canción os tocará a vosotros.- los ojos se le llenan de lágrimas, saca un pañuelo del bolsillo de su traje rosa chillón y se las limpia con delicadeza.- Tengo que ir.- murmura con voz ahoga, y sé de antemano que soltará unas cuantas lágrimas más por el camino.

"There will always be hope" - Peeta y KatnissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora