Capitulo 26.

3.4K 188 1
                                    

Maratón 1/3

- Estoy embarazada.- me atraganto con la ensalada que estaba masticando y toso con fuerza. Peeta me da unas palmaditas en la espalda y consigo recuperarme pronto de la sorpresa.

Me limpio la boca con la servilleta que tengo al lado.

«Se acaban de casar.» opino en mi fuero interno.« ¡Jesús, qué locura!»

Sonrío al ver la emoción en la cara de Gale y de Johanna y mando callar a mis pensamientos para no meter la pata.

Estos dos tortolitos se mudaron cuando Peeta llamó a Gale por el incidente de los tres días en los que estuve desaparecida. En principio solo se quedarían una semana pero..., quien dice una semana dice siempre.

- Felicidades. - se adelanta Peeta.- Nos alegramos por vosotros.- dice con una sonrisa que me parece algo forzada.

Puedo notar ese destello de tristeza que emiten sus ojos azules, anhelando algo que no será posible para él; para nosotros. El tema de los hijos se vuelve cada vez más delicado en nuestra relación. Ya he esquivado la bomba durante mucho tiempo, y no sé si Peeta aguantará mucho más tiempo mordiéndose la lengua mientras su mayor sueño se ve destrozado.

Gale me mira preocupado, me conoce lo bastante bien para saber que la noticia me da repelus. Yo solo sonrio para tranquilizarlo aunque en mi interior no haya ni una pizca de paz.

Toda la cena transcurre lenta y dolorosamente sobre el tema de partida: los bebés. Maldigo el día en que Haymitch se fue con Effie al Capitolio de "vacaciones de pareja". Si él estuviera aquí evitaría el tema, ya que Effie había empezado a presionarlo hace un par de semanas con el mismo tema que me torturaba a mí.

Decido dejar de pinchar con el tenedor la tarta de forma ausente y levantarme para salir del comedor. Aunque los tres pares de ojos se clavan en mi al momento, apartan la mirada enseguida. Me permiten huir como la cobarde que soy hacia el jardín trasero.

Me siento sobre la hierva, el viento primaveral azota mi cara y se cuela por mis fosas nasales llenando mis pulmones de aire fresco. En el jardín de mi casa han empezado a crecer flores y la verdad es que los colores pastel de éstas, le sientan muy bien a la casa. Hace que parezca un hogar.

Paso varias horas sentada pensando en cualquier cosa que pueda distraerme. Me alegra descubrir que nadie ha salido a buscarme. Pero como si me hubieran leído el pensamiento, una mano se apoya en mi hombro. Me giro y veo unos ojos grises cargados de preocupación.

- ¿Estás bien?- se sienta a mi lado sin pedirme permiso.

- Sí, sí, estoy bien.- mi voz se convierte en un susurro, pero sé que solo estoy tratando de convencerme a mi misma de lo que digo.

- Mientes fatal. - mira al horizonte con una sonrisa.

- Ya lo sé.- repongo con otra sonrisa.

- ¿Qué es lo que pasa por esa cabezita loca?- me da un golpecito con el dedo índice en la sien. Yo no puedo evitar soltar un suspiro de frustración con tan solo pensar en el tema.

- Yo....- no sé ni por donde empezar - verás....es que....cuando habéis mencionado el tema de los bebés....yo... Peeta...yo no quiero....- hay tantas emociones encontradas, tanta frustración y culpabilidad en mi interior que no sé como expresarlo.

-Te entiendo.- asiente lentamente con la cabeza. Se gira y me mira- yo... tampoco había pensado en tener hijos con alguien.- dice, pero parece retractarse de sus palabras y añade...-: Bueno, sí...-noto como vacila, pero continúa-: contigo.

- Gale....- me gustaría echarle la bronca, pero no se me ocurre nada que decirle.

- No, no quería decir que no quiero a este bebé que viene en camino. No.- se apresuró a decir- Estoy feliz, es un sentimiento extraño. Uno entre orgullo y felicidad. Es algo..., especial. Cuando me enteré de que iba a ser padre lloré de la emoción.- dice con una sonrisa de oreja a oreja.

- Quién lo diría, Gale llorando.- digo ladeando la cabeza a modo de broma. Él suelta una carcajada.

- Lo sé. Pero Katniss, yo ahora soy más feliz que nunca con esta noticia. Con esta oportunidad de ser padre. Y confío en que seré uno bastante bueno- suelta una carcajada, como si estuviera riéndose de una broma-. Pero lo que quiero decir es que, la oportunidad de ser padre es una gran alegría, es una oportunidad para empezar de nuevo. Por primera vez me he permitido ser feliz a pesar de mis miedos. Espero que tu hagas lo mismo.

- Es que no me siento preparada para intentar enfrentarme a este miedo.- miro el césped y arranco de raíz algunas hiervas que hay a mis pies.

- Recuerda que ahora tienes a alguien a tu lado. No estás sola, ya no. Sólo espero que te des cuenta de que no merece la pena amargarse la vida con algo tan sencillo como eso.- dice volviendo a mirar el horizonte, ya totalmente oscuro por la noche.

- No creo que pueda darle a Peeta lo que quiere. No hasta dentro de mucho tiempo.

- Si te ama, te esperará lo que haga falta.- el silencio se expande unos segundos y cambia de tema-: Será mejor que entremos, Johanna estará cansada y empieza a hacer frío. Podrías resfriarte.- se levanta y me ayuda a ponerme en pie.- Y Katniss..., no permitas que el miedo controle tu vida.

(.....)

- ¿Me acompañas hoy a la panadería?- Aún tiene los ojos cerrados y me abraza con fuerza, apoyando su cabeza en mi pecho.

- No, hoy quiero ir al bosque.- pronuncio esas palabras mientras miro la ventana, distante. Empieza a hacer frío y minúsculos copos de nieve inundan el paisaje.

- Está nevando, ¿estás segura?- pregunta observando conmigo el paisaje. Tiene el ceño ligeramente fruncido, mostrandome que está en desacuerdo, pero sé que no lo expresará con palabras. Quiere darme espacio después de lo de ayer. De algún modo comprende mi extraña personalidad.

- Si, estoy segura.- aparto el brazo que rodea mi cintura y salgo de la cama. Me visto bajo la atenta mirada de Peeta y su ceño fruncido.

No le dirijo la palabra en el proceso y salgo de casa sin ni siquiera un adiós. Corro todo lo que mis pequeñas piernas me permiten y me inundo en un mar de recuerdos en cuanto me adentro en el acogedor bosque.

"There will always be hope" - Peeta y KatnissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora