Capitulo 12.

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- ¿Qué....haces aqui?- no lograba salir de mi estupor. Le tenía delante de mis narices después de que huyera de mi dos años atrás.

Se me pasó por la cabeza abofetearlo. Pero mantuve firme mi mano cerrada en un puño, conteniendome.

- Te vi en la cafetería cerca del hospital.- confesó - Te seguí hasta esta casa. Lo cierto es que me he tirado mas de tres horas debatiendo entre su debería llamar o no....- se rascó la nuca y suspiró-, así que aquí estoy. Solo quería hablar contigo un momento.

La mano de Peeta me acaricia la cintura, y cuando le miro asiente con la cabeza, animandome a hacerlo.

- De acuerdo.- no aparto la mirada de Peeta con la esperanza de no perder fuerza en mis palabras.

- Pasa.- Peeta señala el interior de la casa. Nos apartamos y le dejamos pasar.- Yo cierro la puerta.- me susurró cuando vio mis intenciones.- Estaré en la cocina por si me necesitas. Ve a hablar con él.- asintió en su dirección.

- Vale...- cogí una bocanada de aire para infundirme valor.

- Suerte.- susurró en respuesta antes de darme un beso en la cabeza y desaparecer.

Me dirigí al salón. Gale estaba sentado en el sofá con las rodillas demasiado flexionadas. Parecía un gigante sentado en un sofá para enanos.

Me senté en frente y le miré. Esperé a que él me dijera algo, pero eso no sucedió por lo que pregunté -: ¿De qué querías hablarme?

Miró detrás de mi, donde estaba la cocina de estilo americano. Pude intuir lo que le preocupaba.

- No nos escuchará.- le prometí.- Y si lo hace, tampoco importa.- me encogí de hombros.- Se lo acabaría contando de todas formas.

- El...el asuntno de Prim...- tartamudeó al principio-, llevo dándole vueltas al asunto todo este tiempo.- suspiró.- Me gustaría haber echo las cosas de otra forma. Tal vez así...

- Lamentarse no resucitará a mi hermana.- le interrumpí. Lo que dije era cierto, pero no era ningún reclamo hacia él. - No deberías darle tantas vueltas. Yo intento no hacerlo. No sacaré nada bueno pensando en qué podría haber cambiado por aquel entonces. Y tú tampoco.- respondí con calma.

- Lo sé, solo.... Me hubiera gustado que las cosas fueran de otra forma.- se disculpó.

- Si es ese asunto lo que te atormenta, deberías saber que no te echo la culpa de todo lo que sucedió. Sé que Coin tuvo mucho que ver.- hice una larga pausa.- Pero el echo de que te marcharas, acabó por empeorarlo todo.

- Pensé que sería lo mejor para ti.- habló bajo.

- ¿El qué? ¿Abandonarme cuando más necesitaba a mi mejor amigo a mi lado?- casi refunfuñé.

- Lo siento.- atinó a decir. Pasaron varios minutos en los que el silencio reinó entre nosotros. Me pareció absurdo seguir reclamandole aquello, por lo que aparqué el tema enseguida.

- ¿Lo amas?- soltó de pronto. Miré a Gale, pero él tenía los codos apoyados en las rodillas, con las manos entrelazadas y miraba al suelo esperando una respuesta.

No sabía qué responder. Me había pillado desprevenida, aunque con Gale debería haberlo visto venir.

Giré un poco la cabeza y miré de reojo hacia la cocina. Ahora era a mi a la que le preocupaba si Peeta podría escuchar o no la conversación.

Pero por una vez, quise darle una respuesta completa, verdadera y definitiva a Gale. Busqué las palabras para explicárselo de forma que pudiera entenderlo sin lugar a errores.

"There will always be hope" - Peeta y KatnissDonde viven las historias. Descúbrelo ahora