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Camila salió del edificio con una sonrisa tras el pequeño evento con sus fans, había sido una mañana muy agradable. Se metió en el coche que la esperaba en la puerta con su mánager y con un guardaespaldas y comenzaron a moverse, supuso que iban en dirección a su mansión. Por la ventana vio un pequeño parque que llamó su atención, y Roger hablaba, pero ella no le hacía caso.

"¿Tengo el resto del día libre verdad?" Dijo ella finalmente.

"Estaría bien repasar lo que hablamos ayer con Kim" Contestó aquel hombre.

"No, me voy a tomar el resto del día libre" Dijo con seguridad.

Llegaron a su casa y Roger insistió en entrar para hablar de diferentes compromisos de las próximas semanas, pero Camila le cerró la puerta en las narices. Cogió una de sus guitarras y salió a la parte trasera de su casa donde había un precioso jardín. Hacía un día increíble, pero no tan caluroso como de costumbre, probablemente por las lluvias de la noche anterior. La joven recordó el parque que había visto cuando conducían de vuelta a su casa y decidió cambiarse de ropa y salir por una vez de aquella mansión que a veces parecía una cárcel. Se puso ropa cómoda que no llamase mucho la atención y seleccionó una de sus guitarras más pequeñas colocándola en su funda. Roger y su equipo de seguridad se habrían escandalizado si supieran que iba a salir sola, pero no se lo iba a decir.

Llamó a un taxi y pidió que la dejara en las inmediaciones del edificio donde había tenido lugar el evento por la mañana y a partir de ahí trató de recordar el camino, por suerte a penas cinco minutos después el pequeño espacio verde apareció ante sus ojos. No la habían reconocido ni una sola vez, Camila sabía pasar desapercibida, sabía camuflarse entre la gente y no llamar la atención.

Caminó por aquel parque y se sentó a los pies de un árbol en una zona apartada, había un sedero cerca, pero se había colocado de tal forma que la gente que paseaba por allí no podía ver su cara. Suspiró de placer ante el cambio de escenario, normalmente su única forma de contacto con la naturaleza eran escasos metros cuadrados de su jardín, ahora estaba rodeada por un lugar nuevo y desconocido, que además olía a hierba recién cortada. Un rato después sacó su guitarra de la funda y empezó a jugar con distintos acordes, no iba a ponerse a cantar en medio de aquel parque, pero quizás alguna idea para una nueva canción vendría a su mente.

Pasaron diez minutos y Camila estaba completamente perdida en la música, había encontrado una sucesión de acordes que le estaba pidiendo a gritos que escribiese una canción, cerró los ojos repitiendo los acordes una vez más y cuando los volvió a abrir pegó un pequeño salto del susto cuando vio a un niño de tres o cuatro años sentado con las piernas cruzadas delante de ella, la miraba con una sonrisa, Camila se quedó ensimismada con aquellos ojos verdes.

"¡Wesley!" Escuchó como gritaba una voz, y una mujer apareció corriendo por su derecha "No puedes salir corriendo"

"Pero mamá, estaba haciendo música" Dijo aquel niño señalando a Camila.

"No me importa si el Madona te estaba pidiendo un autógrafo, no puedes salir corriendo" Dijo la mujer llegando a su altura.

"¿Quién es Madona?" Dijo el niño y Camila no pudo evitar soltar una carcajada ante la interacción entre madre e hijo.

Lauren que había llegado por fin a su altura, miró por primera vez a la joven que estaba apoyada en el tronco del árbol con una guitarra en su regazo.

"Perdón, diría que mi hijo no hace estas cosas normalmente, pero estaría mintiendo" Le dedicó una sonrisa a aquella mujer que se la devolvió al instante, es guapa, pensó Lauren, pero volvió a centrar su atención en su hijo.

Enséñame a vivir [Camren]Where stories live. Discover now