Capítulo 15:

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Sentí el aproximamiento de varias personas hacia nosotros. No pude determinar el número exacto, pero una de ellas era peligrosa, muy peligrosa. De solo pensarlo se me erizaba la piel.
Creamos una formación en círculo en el centro de la terraza.

—¿Son aliados, o enemigos? — le pregunté a Sigrid.

—Los dos, probablemente.

—¿Cómo pueden ser aliados y enemigos a la vez? — preguntó Vanessa.

—Sea lo que sean me quedo con el más el peligroso — les dije a ambas.

—Morirás — afirmó Sigrid sin dudarlo un segundo.

Un cúmulo de nubes se tragó la luz del cielo provocando una notoria oscuridad.

Cuatro siluetas se mostraron en la cima del edificio.

¿En qué momento llegaron?

—Buenas noches queridos compañeros — habló una de las siluetas que se podía identificar —Seré claro y preciso. Algunos de los de arriba no están contentos con su existencia, así que vine a comprobar su valía. Considérenlo una entrevista de trabajo.

El viento arrastró las nubes y destellos de luz se colaron entre los pequeños agujeros, dejando ver con claridad a nuestros adversarios.

Aquel delante de mí era un hombre de mediana edad, de piel morena y de pelo completamente blanco y corto; su barba, descuidada y del mismo color. Sus ojos eran de una tonalidad plateada.

Definitivamente él es la presencia peligrosa que sentí. 

—Haber avisado antes mi estimado, no tenemos nuestros currículums listos — dije bromeando.

Aquella persona se rió estrepitosamente —Me agradas, no te preocupes, con que sobrevivan será suficiente.

—No lo entiendo, ¿podría ser usted más claro? — volví a realizar un pequeño chiste.

—¿Crees que es tiempo de tus bromitas Alexxander? Estamos en problemas — me regañó Sigrid.

Nuestro apreciado contratista volvió a reírse —Que gracioso eres, — dijo —Voy a golpearte en el estómago.

—Inténtalo si puedes, no huiré — le respondí manteniendo mi posición.

Numerosas imágenes suyas aparecieron en mi campo de visión.
Cada vez se acercaba más; podía verlo en 20 lugares distintos a la vez. Sin embargo, eran figuras vacías que no me producían la menor incomodidad. Desde el comienzo solo sentí la amenaza de un solo lugar.

Pero aun así...

¡Un escudo!

De mi sombra, Cristian me proporcionó un pequeño escudo redondo de metal, con él protegí mi estómago.

Apareció el dichoso frente a mí, mientras sus imágenes rodearon por completo el círculo. Todo en un plazo de tres segundos.

Pegó un crudo golpe en mi abdomen, el cual apenas pude atenuar. Era demasiado rápido para esquivarlo, al menos en mi forma humana. Debido al impacto salí disparado hacia atrás.

Sigrid:

Es la primera vez... que veo a alguien capaz de predecir al dragón transparente.

—¿Previó mi movimiento? ¿Fue simple suerte?, ¿o acaso confió ciegamente en mí?... — murmuró Picasso delante de mí.

Lancé un golpe ascendente hacia su quijada semi transformada en dragón. Mi puño chocó contra su reflejo, y el vidrio se rompió en pedazos.

Madness PartyWhere stories live. Discover now