CAPITULO 81

183 24 8
                                    

RESCATÉ

️♦️

- Fu~

Abulte mis labios dejándome caer en mi lugar, me resultaba difícil respirar bien, tenía tantos nervios que podía saborearlos en mi paladar, respire profundamente, el aire hoy estaba especial mente helado y ni mi bufanda lograba hacer que mi nariz dejara de helarce o hacerse más roja que la de Rodolfo. Me saque los guantes que llevaba para cubrir mis manos del frío, una mueca se formó en mis labios al ver lo dañados que estaban mis dedos, había adoptado una manía por morderme las uñas hasta la cutícula, había recibido muchos regalos, sermones y consejos de todo tipo de mis padres pero no era algo que hacía por qué sí, me resulta a difícil dejar mis dedos en paz cuando lo hacía de manera inconsciente.

Apenas sonó el timbre del descansó salí del aula llendo hacia la biblioteca, ahí era mi zona de confort, el tiempo pasaba más rápido cuando mi mente estaba ocupada llena de letras, historias de papel y el silenció, además era mi forma de escapar del par de segundos antes de llegar al pasillo de la biblioteca me lanzó al suelo, de rodillas en el piso alce la mirada solo para asegurarme de que efectivamente eran ambos riéndose de mí, abrí mi boca en un fuerte quejido cuando el tenis de uno de ellos se estampó contra mi boca.

- Limpialo bien -sujete su pierna alejando su pie de mi boca, pero solo conseguí que se presionará más fuerte conté mi boca y me llevará a caer de espaldas- Mi tarea -extendio su mano hacía mí y le entregué mi mochila, la tomo abriéndola y la volcó en el piso, con el pie rebuscó entre libros hasta sacar el par de engargolados con sus nombres-

- La próxima no nos hagas venir a buscarlo -asenti mordiendo mis labios con fuerza-

Comencé a tomar mis cosas metiendo las nuevamente dentro de mí mochila, había escuchado sus pasos alejándose, pero jamás escuché cuando volvieron, solo sentí el golpe contra mi rostro, su rodilla acababa de acabar conmigo, solo pude caer sobre mi espalda mientras cubría mi rostro, entre mis dedos corría sangre que por el momento no sabía de dónde salía, pero no tenía ganas de detenerse, mi anemia estaba incluso peor que nunca, e incluso mi cuerpo estaba tan mal que ni siquiera las heridas de hace semanas habían terminado de cicatrizar completamente, tuve que ir a la enfermería como pude, termine pasando ahí todo el resto de las clases, la enfermera me había aconsejado que me quedara por miedo a que mi nariz volviera a sangrar y porque la perdida de la sangre me había dejado muy mareado, además era eso o que llamarán a mis padres y aún no estaba listo para enfrentarlos, quería mínimo un par de horas más, solo un poco más.

- Ya puedes irte, ten cuidado en el camino, no queremos que vuelvas a caerte, tus caídas cada vez son más frecuentes deberías cuidarte un poco más -asenti tomando mis cosas-

Salí de la enfermería llendo hacia la salida, mi cabeza dolía un poco y aún me sentía algo mareado, talvez si debería llamar a papá, no tenía las fuerzas para llegar hasta casa por mi propia cuenta.

- YoonGi -me detuve de golpe ante la voz, al alzar mi cabeza todo me dió violetas y termine perdiendo el equilibrio- ¡YoonGi! -me aferre con todas mis fuerzas al pecho que ahora acunaba mi mejilla, manteniendo mis ojos cerrados esperando a que el mundo dejara de darme vueltas- dios mío, ¿Que te paso? -sin despegarme de él moví un poco mi rostro abriendo mis ojos para mirar el rostro que ahora me miraba fijamente y preocupado-

- Seong~

- Pero mírate...¿Que te a pasado? -cerre mis ojos con fuerza cuando sus brazos me presionaron contra su cuerpo-

- Estoy bien... -intente apartarlo pero solo conseguí que me presionará aún más-

- No. No lo estás, y no solo lo digo por tu cara hinchada, mírate estás más pálido que nunca y...estás...tan, tan delgado, dios YoonGi que te estás haciendo

>>CONTRA LA PARED<<--[NamGi]Where stories live. Discover now