>>CONTRA LA PARED<<--[NamGi]

CAPÍTULO 7

HOLA, MINNIE♡

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- ¡MALDITA SEAS, MIN YOONGI! -entre a la habitación azotando la puerta mientras me sacaba la chaqueta y tirandola contra lo primero que se me atravesó, eso fue un mueble que ensima mantenía una lámpara y algunos trofeos de los tantos que había en la habitación haciendo caer todo por todos lados y algunos saltando en pedazos al tocar el piso- TU ERES MÍO, ¡MIO! -caminé al rededor jalando mis cabellos y estrelle mi puño contra la pared con todas mis fuerzas, un golpe y algunos rastros de sangre habían quedado marcados en la pintura blanca- ¿Que no eres gay?, eres una maldita zorra

Precione mis dientes haciendo rechinar mi mandíbula, camine hacia la cama donde había tirado mi mochila y la tome sacando mi celular, la rabia estaba segandome, pero no le permitiría a ese idiota quedarse con lo que me pertenecía, porque Min YoonGi me pertenece. Marque el número y espere dos tonos y la llamada fue tomada.

- Joven Kim

- Aceleralo

- ¿Que?, joven, pero... -se escuchaba sorprendido y algo confundido-

- Pero nada, necesito que empieces con lo acordado, quiero verlo de rodillas cuanto antes y te advierto no quiero que hagas algo mal o puedes olvidarte de todo lo tu dinero

Colgué la llamada después de recibir la respuesta que quería, pase mi mano por la cama y sonreí imaginando todo lo que podía hacer después con ese pálido.

♦

Estaba durmiendo tan plácidamente que no me espere lo que venía. Entre sueños escuche mi nombre, me di la vuelta cubriendome la cabeza por completo y volví a dormir, de repente sentí un gran peso sobre mi mientras saltaba moviendo todo el colchón, abrí los ojos intentando girarme pero me encontraba atrapado con la sábanas y el cuerpo sobre mi, empecé a empujarlo y lo escuche reír quitando la sábana de mi rostro, lo mire somnoliento.

- Que bueno que despiertas, creo que habías muerto -me mostró la sonrisa más emocionada e inocente del mundo que no podía enojarme jamás con él-

- Estuviste a punto de ¡asfixiarme! -comenzó a reír y reí igual contagiado por su ricita- ¿Que haces aquí? -se quedó sentado sobre mis piernas mientras me sentaba tallando mis ojos-

- Mmm. Vinimos a visitarlos -ladio si cabeza-

- ¿Mis tíos te trajeron?

- Sip, están abajo, mi tía me mando a despertarte -mire el reloj y suspire, aún era muy temprano- anda levantate, quiero jugar y Kong no quiso jugar conmigo -hiso sus típicos pucheros y me fue inevitable no sonreír y acentir viendo su rostro volverse en emoción mientras se levantaba- ¡Yuju!, te esperaré abajo para que te cambies