Restaurando emociones

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Que hacer?

Mario en verdad desea volver atrás el tiempo cuando su relación con Lily era más hermosa y tranquila, no que ahora...

Parecía que habia todo un abismo insondable que los separaba por completo.

Comenzando desde aquella vez que tuvo que marcharse despues de la boda de Karina y Javier...

Despues lo que escribieron todas esas mujeres de él...

Y para rematar, la estúpida Laura haciendo equipo con ese idiota dueño de los hoteles para hacerle daño a Lily!

"Lily..."

Mario se sienta en la orilla de la cama, cerca del cuerpo de la chica.

Sin que pueda evitarlo, Lily solloza en silencio, abrazando la almohada, intentando de esa forma amortiguar su llanto, pero Mario puede escucharlo perfectamente.

"Tienes razón acerca de Laura..."

"Pensé que ella nunca mas volvería a buscarme o causarme problemas."

"Ella huyó hace muchos años y ahora no se porque maldita razón regresó justo ahora..."

Mario acaricia despacio la espalda de la chica quien sigue llorando hecha ovillo en la cama.

"Yo no quería hacerte daño de ninguna forma pequeño Lily..."

"Lamento profundamente haberte provocado este dolor..."

"Quisiera..."

Lily escucha las palabras de Mario en silencio mientras sigue derramando gruesas lágrimas de dolor que salen directamente de su corazón.

"Quisiera poder cambiar mi pasado y ser un mejor hombre para ti."

"Uno hombre que fuera normal, no un escort."

"Pero, en ese momento, creí que era lo mejor para mi."

"Quería fama, fortuna y ser independiente."

"Yo me puse esta armadura de indiferencia hacia todas las mujeres..."

"Ellas representaron solo más dinero en mi cuenta bancaria."

Ahora que lo piensa, Mario en verdad queria solo dinero y ser muy popular hace un par de años.

El guapísimo escort se sorprende al ver cuando han cambiado sus prioridades y lo que quiere.

"Déjame verte, Lily."

Pide Mario mientras, gentilmente, desliza las frazadas fuera de la carita de la niña quien sigue abrazando su almohada.

"Pequeña Lily..."

Sin oponer resistencia alguna, la chica se deja cargar en los musculosos y poderosos brazos de Mario para sentarse en su regazo como niña pequeña.

"Mi amor, perdoname por todo el dolor que sufres por mi maldita culpa."

"Nunca quise que te enteraras de cosas que te lastimaran..."

"Jamás deseé para ti que alguien te hiciera daño."

"Mucho menos despues que me contaras lo que te ocurrió a manos de quien se supone debía protegerte..."

"El muy hijo de puta."

Mario siente que unas ansias asesinas lo recorren cada que recuerda todo lo que la niña sufrio debido a los putos amigos de la escoria humana que fue su ex-marido.

"Pero Laura ahora está encerrada y esta vez si se quedara en la carcel, para siempre."

"Gerardo también."

Mi Romance con un Sensual StripperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora