Mi Romance con un Sensual Stripper

Sofía

Sofía rendida y extasiada descansa recostada en brazos de Marcos, su Escort en esta fiesta.

Hasta hace unas horas, Sofía creía firmemente que tener sexo era la cosa más desagradable, repugnante, sin chiste, egoísta y machista.

Ella creía firmemente que solo el hombre disfrutaba de ese acto.

La pobre experiencia de Sofía se limitaba a haber intentado dar sexo oral a su primer novio.

Y a una penetración a medias a un idiota que borracho, le había hecho juramentos de amor y casamiento para que accediera a tener sexo con ella.

Y la "magnífica y deliciosa experiencia" había acabado con su pierna empapada del semen de ese idiota.

Y con Sofia frustrada y enojada.

Se había sentido manipulada y humillada por esos dos chicos, por lo que decidió jamás volver a repetir esas experiencias.

Pero en manos, boca y lengua...

Esa bien entrenada lengua de Marcos, Sofia había descubierto lo que era el placer...

Los orgasmos múltiples, los juegos previos y durante el sexo.

Había descubierto su cuerpo, su sensualidad, su feminidad.

Además de que había disfrutado tanto del cuerpo extraordinariamente firme y fuerte de Marcos.

Todos los Escorts que trabajan con Mario son amantes soberbios, dedicados y complacientes.

Ellos siempre buscaban dejar satisfechas a sus clientas.

Sofía había visto a Gustavo en el momento en que los Escorts hicieron su arribo a la casa.

Y creyó reconocerlo de algún lugar que ella no recordaba en ese momento.

Pero fue hasta su actuación como novio de esa tal Lily que lo reconoció por completo.

Sin embargo, ella ya estaba comprometida con Marcos para esa noche.

Pero Sofía no dudó que buscaría después a Gustavo.

Sofia no podía quitarse la romántica y excitante escena de Gustavo y Lily besándose.

Por lo que le había pedido a Marcos que imaginara también que ella era su novia como parte de su fantasía sexual privada.

Pero Marcos había hecho mucho más que eso.

Después de arrodillarse y pedirle que fuera su novia, Marcos le besó el dorso de la mano como un perfecto caballero.

Lentamente, la gloriosa boca del Escort fue subiendo por su brazo, su cuello hasta su oído donde su lengua la había deliciosos escalofríos que la hicieron retorcerse.

Además de que comenzó a sentir su cuerpo arder de deseo.

Marcos la abrazó por atrás para llevarla hasta la mesa donde estaba dispuesta de forma primorosa la mercancía sexual nueva.

Consoladores, retardadores, lubricantes de diversos sabores y varios afrodisíacos.

Todo nuevo y a la disposición de Sofía.

Sofía dudó un momento al ver todo eso, pero se decidió por un afrodisíaco poderoso.

Marcos supo que sería una noche inolvidable.

Pronto, ambos sabrían cuán inolvidable sería.

Sofía tomó un poco y se desinhibió por completo.

Marcos lentamente la desnudó con lentitud para después acomodarla en medio de la suave cama.