Rin le delinea los labios con la lengua antes de besarle, le da un pequeño mordisco al labio inferior, lo estira y vuelve a hundirse hasta dejarlo sin aliento, los gemidos ahogados de Sanzu, son un estimulante para su entrepierna despierta. Se separa de el para enganchar los dedos en su ropa interior, tirándole hacia abajo hasta sacárselo y arrojarlo por encima del hombro.
Sanzu cierra las piernas en cuanto lo deja desnudo, metiendo sus manos entre sus muslos para esconder su polla de la mirada lasciva del otro hombre, sus propias mejillas estaban pintadas de color rosa.
-¿Quieres jugar a ser tímido, Haru?. Se ríe con una ironía en ella. -"Déjeme verte". Rin le ruega, acariciándole los muslos y apoyando la barbilla entre sus rodillas.
Sanzu lo mira anhelante, negándose a ceder a su petición.
Rin no espera ni un minuto cuando sus manos presionan sobre los muslos y los separa con fuerza, agradeciendo que su amante tenga flexibilidad, ya que las rodillas están tocando el colchón. Dejándolo abierto y vulnerable. Admirando con detenimiento la pecaminosa escena frente a él.
-"Me estoy aburriendo". Sanzu finge un bostezó.
Rin lo mira con los ojos oscurecidos, sin embargo, opta por ignorar la provocación y alza el brazo para rebuscar en uno de los cajones.
Rin unta una cantidad moderada sobre su virilidad, sacando un suspiro de satisfacción al sentir el líquido frío. Mientras Sanzu se muerde la lengua al ver el cuerpo del macho, su mirada recorriendo desde el sudor cayendo sobre el torso bien formado de Rin hasta el pene de este.
Rin agarro al pelirrosa por las caderas, y presionó sus labios sobre la parte posterior de su cuello, rozando sus caderas contra las de el, mientras que dejaba sus manos deambulando por ese estómago tonificado hasta su pecho, dándole a sus pectorales un suave apretón, Sanzu deja escapar un gruñido suave, inconscientemente separó sus rodillas para dejar espacio al cuerpo más grande. Como si fuera una invitación, Rin arrastra sobre sus piernas largas y bonitas, presionado su muslo contra su ingle, mientras conectaba sus labios en un beso profundo, siguiendo unos jadeos y húmedos besos. Rin rompió el beso para aferrarse a su cuello y clavícula, mordisqueando la piel pálida. Rin ser endereza para y frota sus erecciones juntas, Sanzu abre la boca pero no emite ningún sonido, su pecho subía y bajaba rápidamente, su respiración se volvía cada vez más errática, sus nudillos se volvieron blancos con el agarre sobre las mantas, mordiéndose el labio inferior y frunciendo el ceño.
—"¿Estás lo suficientemente listo?". La voz Rin salió como un gruñido ronco.
A lo que Sanzu asintió con la cabeza.
—"Ahueca tu mano un poco bebé" ordena Rindou.
Rin se puso el condón y atrajo su mano sobre el su cálido y grueso pene en su mano, empujando dentro y fuera, Sanzu se dió cuenta y rápidamente hizo el Vaivén.
Después de unos segundos de lubricación, Rin atrajo a Sanzu sobre su regazo, acariciando el hueso de sus caderas, el pelirrosa alzó la mano y tomo su polla, frotando la punta contra su agujero antes de empujar hasta la mitad.
Rindou murmura un "oh, sí eso es todo..."
Sanzu tenía los ojos cerrados y llorosos, y empuja el resto dentro, comenzando un ritmo de empuje lento y constante, en poco tiempo acelera el paso, sintiendo olas de placer recorrer su cuerpo, rebotando sobre la polla de el hermano menor Haitani, Rindou tomo sus caderas con un agarre mortal, que seguramente dejara un moretón mañana e Iguala sus embestidas contra las de el, sus rodillas cada vez inestables, prontamente vio su semen salpicar a lo largo de su propio pecho y cara.
—"¿Tan pronto?". Dijo Rindou, levantando una ceja incrédula. —"En cuatro perra" ordenó el macho
Sanzu hiso lo que le pidieron, su pecho tocando las sábanas y con el culo hacia arriba, Rindou no espero ni un segundo y empujó su pene sobre el agujero de Sanzu. Su patrón se volvió salvaje y profundo, tocando su próstata cada embestida, buscando su propio placer. Los gemidos de Sanzu se hicieron cada vez más fuertes y obscenos.
Rindou murmura un "Te sientes tan bien puta".
Y con eso Rindou se vino con un sonoro suspiro sobre el culo Sanzu.
"Eres increíble". Murmura Rindou sobre el cuello de Sanzu, su aliento haciendole cosquillas sobre su sensible piel.
Al poco rato se quedaron dormidos, olvidado aquella disputa entre ellos. . . . . . . . . . . . . . ¿Ybien, que sigue?.
Perón por la lenta actualización
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