Inesperado

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Saint se despertó cuando sonó su alarma, rodando sobre las sábanas, alcanzó la mesa de noche para tomar su celular. Eran las 6 de la mañana. Se levantó de la cama, yendo al baño, todavía adormilado. Después de 20 minutos, salió del baño, vistiendo una bata de baño.

Poniéndose algo cómodo, caminó hacia la cocina para preparar el desayuno. Viendo alrededor de la casa, notó que no había ni rastro de Perth, lo que indicaba que aún no se había levantado. Se puso a cocinar cuando escuchó que la puerta principal se abría y cerraba. Saint salió de la cocina hacia la puerta solo para encontrarse con un Perth sudoroso. Su cuerpo estaba escurriendo de sudor y la ropa se encontraba pegada a su piel, mostrando claramente sus músculos y abdominales bien definidos. Saint casi empieza a babear por la figura que se encuentra frente a él.

"¡Bueno días!" saludó Perth a Saint, cuyos ojos seguían fijos en el cuerpo musculoso. Un poco avergonzado de haber sido descubierto mientras lo admiraba, Saint trató de recomponerse y contestó, "¡Bue-buenos díass!", aquí va de nuevo, a tartamudear como siempre. Dando la vuelta, Saint regresó rápidamente a la cocina para salvarse a sí mismo de pasar más vergüenza con sus acciones infantiles.

Perth miró a la persona que se alejaba y una sonrisa pícara decoró su rostro. Podía ver claramente el efecto que él tenía sobre el chico inocente que era su esposo. Caminó hacia su recámara para bañarse y prepararse para ir a trabajar.

Después de 30 minutos, Perth caminó fuera de la habitación, caminando hacia el comedor. Mientras entraba, percibió un aroma delicioso, el cual provenía del desayuno que se encontraba colocado sobre la mesa. Miró hacia la cocina, pero Saint no estaba por ningún lado. Salió del comedor para ver si Saint ya se había ido, cuando escuchó como una puerta se cerraba en el piso de arriba. Su mirada se fijó en las escaleras, cuando vio a Saint bajar los escalones, vistiendo un traje, listo para irse a trabajar.

Los ojos de Perth miraban fijamente la figura que descendía elegantemente las escaleras. Cuando los ojos de Saint se encontraron con los de Perth, se puso un poco nervioso y sus mejillas se tiñeron de rojo. Perth trató de mirar hacia otro lado y se rascó la nuca como tratando de quitarse el sudor inexistente. Aclaró su garganta para romper el silencio que se había instalado entre ellos. "Ummm ... ¿ya desayunaste?" Perth preguntó, tratando de recuperar su compostura. "No... acabé de preparar el desayuno y me fui a alistarme para el trabajo. Pensé... que estarías apurado para salir así que preparé el desayuno temprano." Saint contestó mientras miraba sus pies, tratando de evitar la mirada de Perth.

"Okay, entonces... vamos a desayunar, para que no se te haga tarde." Perth habló al mismo tiempo que dio la vuelta para regresar al comedor, seguido por Saint. "Preparé gachas de camarón, espero que te guste." Saint dijo mientras se sentaba a la mesa para empezar a comer. "¡Wow, es mi plato favorito! ¡Muchas gracias!" Perth contestó poniendo una cucharada llena en su boca. El delicioso sabor lo hizo casi gemir de gusto. Saint estaba feliz viendo a Perth disfrutar tanto su desayuno, haciendo una nota mental de preparar este platillo más seguido ya que a Perth le encanta. Después de que Perth terminó, recogió los platos para lavarlos, mientras Saint iba rápidamente a su cuarto para recoger los archivos que su chofer le había llevado el día anterior.

Despidiéndose uno del otro, ambos manejaron a sus respectivos lugares de trabajo. Perth estacionó su auto y empezó a caminar hacia su oficina cuando fue saludado por Plan, quien lo abrazó, estrujándolo casi al punto de la muerte. "¡Ouch!" Perth dijo tratando de zafarse del fuerte abrazo. Plan sonrió ampliamente, aflojando sus brazos mientras miraba a Perth.

"¿Sabes que te ves diferente hoy?" Plan le preguntó a Perth. "¿Cómo diferente? No hay nada diferente, soy el mismo de siempre, la misma ropa, la misma compañía y sin mencionar, el mismo TÚ ¡sacándome de quicio!" Perth dijo mientras comenzaba a caminar hacia el elevador para llegar a su oficina. Plan no dejó solo a Perth, ya que aún no había terminado de hablar.

Un matrimonio para atesorarWhere stories live. Discover now