Un matrimonio para atesorar

Cita

Perth estaba acariciando las mejillas de Saint, quien se encontraba recostado en sus brazos por ya casi 2 horas. Su labios haciendo un ligero puchero, su cabeza reposando sobre el pecho de Perth, manos alrededor de su cintura y babeando un poco sobre su playera. Perth sonrió para sí mismo después de ver lo tierno que se veía su esposo mientras dormía.

Saint se movió ligeramente, poniéndose más cómodo, poco a poco, él abrió sus ojos y vio a Perth, mirándolo con una tierna sonrisa en los labios. Levantó su cabeza y se sentó apropiadamente. Perth movió su mano hacia el labio de Saint, limpiando la saliva que había escurrido mientras dormía.

Saint se sintió avergonzado ya que su saliva había manchado la playera de Perth. Miró hacia abajo, jugando con sus dedos nerviosamente. Perth entendió lo que Saint estaba sintiendo, así que tomó sus mejillas entre sus manos, levantando su cabeza para que lo mirara a los ojos. Él le sonrió tiernamente antes de hablar, "No te sientas avergonzado mi amor, me gusta todo de ti. Te ves muy tierno mientras duermes." Saint se sintió tímido y escondió su rostro en el pecho de Perth.

Perth dejó salir un risita ante la actitud tan tierna de su novio. "Bebé, ¿Qué te parece que salgamos en una cita hoy, por la noche?" Perth le preguntó.

Saint se alejó un poco para mirar a Perth. "¡Pero ya estoy casado contigo!" dijo inocentemente. "No tuve la oportunidad de tener citas contigo antes de nuestro matrimonio. Además estaba pensando en que empecemos desde cero. Vamos a pasar tiempo juntos, de la manera en la que debimos de haberlo hecho antes de casarnos. Quiero llevarte a cenas románticas bajo la luz de las velas, ir al cine, pasear en la playa, ir al parque, a donde quiera que quieras ir." Perth dijo emocionado.

"Pero hoy, vamos a la playa. Quiero ver el atardecer contigo." Perth dijo, mientras sostenía la mano de Saint. Saint asintió y abrazó fuertemente a Perth.

Después de algún tiempo, Perth tomó su celular y ordenó el almuerzo, ya que ya era la tarde y quería seguir acurrucado con Saint.

Perth se acurrucó con Saint hasta que llegó la comida. Saint estaba feliz porque los límites que se habían colocado al inicio del matrimonio, se habían derrumbado y ahora podía estar con Perth de la forma que él siempre había querido.

Perth fue a recibir la comida y regresó con dos platos en la mano. Disfrutaron del almuerzo juntos, mientras sus miradas se cruzaban ocasionalmente.

En la noche, Perth y Saint fueron a la playa para la cita que había sido planeada por Perth. Era momento del atardecer.

Perth entrelazó sus dedos con los de Saint, mientras caminaba por la arena. Después de haber caminado una cierta distancia, se sentaron en un lugar que se encontraba menos concurrido. Saint descansó su cabeza sobre el hombro de Perth y Perth entrelazó sus manos. Se sentaron frente al atardecer, disfrutando del calor que cada uno emanaba.

Perth Saint mirando el atardecer.

La imagen es solo utilizada como referencia y pertenece a su propietario.