𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟼

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Mis pies tocan la tierra mojada en cada paso que doy, las ramas y piedras que piso en el camino hacen que mis pies duelan.

De pronto siento la necesidad de huir.

¿Por qué siento que alguien viene tras de mí?

-Lúa...

Es esa voz... ¿de dónde es que viene?

Me es inútil parar de correr, el cuerpo no me responde, yo ya no lo controlo.

Parece ser que soy la marioneta y que alguien está moviéndome a su antojo.

Al alrededor solo hay frondosos árboles y hojas por todas partes, la luna llena es la única que ilumina el camino...

El sonido de los grillos y demás criaturas de la noche me envuelve, es como una delicada tela que cubre mi cuerpo, me detengo y cierro los ojos un momento para apreciarlos mejor.

-Lúa...

La voz hace que vuelva a abrir los ojos de golpe y que ahora frente a mi aparezca un campo de hermosas flores rojas, parecen nerines, solo que estas tienen lo pétalos un poco más delgados.

-Lúa despierta...

Las flores son muy bonitas su color y forma son muy atrayentes, al momento de caminar a ellas una fuerza me jala y el campo de flores se aleja de mí.

-Despierta ¡ya!

Una ráfaga de viento envuelve mis pies descalzos y hace que estremezca por el frío, abro los ojos pesadamente y lo primero que veo no es el techo de mi habitación, si no el cielo estrellado por encima de mí.

Estoy en el bosque, ¿cómo es que llegué aquí?

Ya de pie veo de reojo mis pies enlodados, por alguna extraña razón tengo la inquietud de voltear atrás, cuando lo hago me encuentro a unos pasos del campo de flores rojas que soñé hace un momento ¿cómo es posible?

De la impresión, comienzo a dar pasos desconfiados a ellas, ¿lo estoy alucinando? O ¿es real?

Me agacho a la altura para tocarlas y saber si son reales o solo es otro sueño más.

El sentir una mirada pesadamente, deja mi mano a medio camino.

Trato de no darle importancia y continuar, pero un suave gruñido me detiene.

Intento voltear lo más despacio posible en dirección a los arbustos de alrededor, al no ver nada nada, retomo la acción.

El ruido de los arbustos moviéndose a un lado hace que dirija mi atención a ellos, enfoco mi vista lo más que puedo. De la nada unos ojos oscuros y penetrantes acaparan mi campo de visión.

Desciende desde las sombras y solo así puedo ver su pelaje negro relucir con la luz de la luna.

Es un lobo.

¿Lobos en Grimshaw?

Por un breve momento pienso que va a atacarme, aunque solo opta por quedarse inmóvil a un par de metros de mí, sus ojos van de un lado a otro escrutándome con detenimiento, atento a lo que vaya a hacer.

Hasta los animales piensan que soy rara.

Comienzo a levantarme lentamente para no alarmarlo, ladeo la cabeza con curiosidad para analizarlo lo más que pueda, nunca había visto uno, y menos por aquí.

No me transmite ningún miedo, solo curiosidad.

La curiosidad de saber si es solo mi mente jugando conmigo.

El grito ¿Cuál es el sonido de la muerte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora