Capítulo 28

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Pausa: Hola crayola, mucho tiempo sin actualizar. Solo quería decirles que este capítulo está narrado de una forma diferente y nueva para mí, pienso que de ahora en adelante las narraciones que no sean de Lúa irán escritas así. Tiene más sentido, porque a veces no sé ni desde que punto de vista narrar. Además es un nuevo reto que me pongo y es un pequeño experimento para futuras narraciones.

Disfruten su lectura, los leo. Los quiere, Az.


28


Nesha, Anton y Arden.

— ¿Eso es todo? — preguntó Nesha.

— Es lo que ella quiso contarme.

Los tres se encontraban de pie alrededor de la mesilla en la que había estado recostada Lúa momentos atrás.

Anton intentaba que el gato anaranjado de alguna manera se dejara acariciar por él. El gato gruñó en respuesta y lo arañó justo en la mejilla.

— ¡Auch! — espetó.

— Te dije que tener un gato era mala idea, técnicamente eres familia del perro. ¿En qué pensabas? — dijo ella entre risas.

Anton sobó la parte dolida y sacó la lengua a la pelirroja, quien respondió sacándole el dedo corazón acompañado de una mueca.

— ¿Pueden parar los dos? Parecen críos — gruñó Arden, quien andaba de un muy mal humor desde temprano al ver que no tenía unos ojos púrpuras ni una melena blanca cerca a la cual molestar y a la cual pedirle cariñitos. Que aunque nunca lo admitiría en voz alta, le gustaba lo que Lúa hacía con su cabello, conseguía sentirse tranquilo y olvidaba todo lo malo que había en él.

En pocas palabras, a Arden le gustaba estar acurrucado con ella y lo que había pasado la noche anterior le volaba la cabeza. Nunca pensó que pasaría algo entre ellos, eso fue algo que aceptó desde la primera vez que la vio en el bosque aquella noche en el campo de flores rojas, por eso había decidido mantener su distancia.

¿Quién podría imaginar que terminarían juntos?

Una sonrisa iluminó su rostro e intentó ocultarla lo antes posible, pero la pelirroja había sido más rápida.

— Vaya, vaya — sonrió ella.

Arden se tensó hasta la médula, mientras Anton correteaba al gato en círculos hasta la sala principal.

— ¿Entonces...? — habló sugerente, moviendo un hombro.

— ¿Entonces qué? — espetó el otro.

— ¿Tú y Lúa...? ¿Ya lo han hecho? — preguntó, emocionada por su amiga.

Él se apartó y fue a dejar algunas cosas en la repisa que estaba al otro lado de la habitación, dándole la espalda a ella para evitar a toda costa su mirada y si pudiera, a todas sus preguntas.

Solo dejó salir un largo suspiro y negó con la cabeza, para él, su mejor amiga desde el jardín de niños no tenía remedio.

— Mi actividad sexual y la de ella no son tu problema, Nesha — replicó.

— Tan adorable como siempre — suspiró —. ¡Eso quiere decir que ya lo han hecho! — dio pequeños brinquitos en su sitio, festejando por ambos.

— No he dicho eso.

— ¡Pero claro que sí! A estas alturas ya sé que tu forma de decir las cosas es no decirlas.

Volvió a suspirar sin apartarse de la repisa.

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⏰ Última actualización: Dec 01, 2022 ⏰

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El grito ¿Cuál es el sonido de la muerte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora