Harry Potter y la carta del futuro [Terminada]

Capítulo 8: Ataque dementor

"Tú... chico, ¿estas seguro de lo que dices es cierto?", Vernon pregunto con un ceño fruncido. Mirando desde Harry hasta su hijo, Dudley.

Harry se apretó el puente de su nariz, mostrando su molestia por la escena frente a él.

"Si... Te lo prometo, Vernon. Sabes que ambos prometimos llevarnos aunque sea un poco mejor mientras estoy aquí. Ya no vivo con ustedes, nadie pelea cuando estoy aquí, lo que ya es un avance. No tengo la necesidad de hacer sufrir a Dudley"

Vernos apretó los dientes, sabiendo que lo que decía Harry era verdad. Desde hace día que solo pasaba unos momentos en su casa. Él le había dicho que necesitaba mantener cierto nivel de presencia en la casa para que los que lo vigilaban no sospechen y poder mantener la barrera protectora en la casa. Lo único que pedía era no pelear entre ellos o saltar a conclusiones apresuradas sobre lo que pueda pasar.

Petunia, quien estaba sentada a un lado de su hijo llorando y acariciando suavemente su espalda, miro a Harry con cierta confusión. El chico había cambiado de un día para el otro, pero era mejor en su opinión. Ya no habían tantos gritos o molestias en la casa, era mucho más pacifico que antes.

Vernon miro hacía ellos dos antes de sentarse y gruñir un poco.

"Creo que Dudley estará bien, este es su primer enamoramiento, creo. Él sabra llevarlo, pero el daño todavía esta fresco", Harry dio su opinión.

"¿Como sabrías eso, chico?", Vernon pregunto con sospecha.

Harry se encogió un poco de hombros mientras hacía una mueca.

"Fui rechazado una vez, creo. Fue un poco extraño en ese momento. No llore, pero no se sintió bien"

Dudley inhalo con fuerza, causando que sus mocos se escucharan un poco. El miro a Harry por unos momentos antes de hablar.

"Tienes suerte, no estas gordo"

Harry hizo otra mueca. Si, a Dudley lo habían rechazado porque es gordo. Bueno, Harry creía que rechazar a alguien y decirle que estaba demasiado gordo era un poco cruel. Si, era la realidad, pero la chica podría haber dicho que no era su tipo, o algo así.

Lo más probable es que seguiría doliendo, pero no le estaría remarcando un 'defecto' a la otra persona. Remarcar los defectos siempre terminaba doliendo, incluso cuando era necesario decirlo.

Bueno, habían algunas excepciones, pensó Harry.

"¿Por qué no haces solo una dieta?"

"Ya lo hice... "

"Una dieta de verdad. Ya comenzaste a boxear, lo que es bueno. Con una dieta adecuada y el boxeo, no solo podrás bajar el peso adecuado, también podrás sacar a relucir músculos", Harry suspiro un poco cuando dijo eso, nunca pensó que realmente le daría dando consejos a Dudley.

"Además... ¿el instructor no te aconsejo sobre alguna dieta? Quiero decir, es boxeo. Los boxeadores deben someterse a ciertas dietas, por lo menos los profesionales, creo"

"Si, si. Él dijo algo sobre eso, pero no le hice mucho caso", Dudley asintió, sus ojos rojos mientras miraba hacía Harry, pero se había detenido de llorar.

"Entonces levanta tu trasero. Cuando te veas mejor, entonces quizás puedas vengarte un poquito y demostrar lo que se perdió esa chica"

"¡Si, haré eso!", Dudley asintió con fiereza, pero todavía se veía un poco tonto con las lagrimas marcadas en su rostro y los ojos rojos.

Petunia suspiro aliviada al ver a Dudley mejor y estaba por decir gracias a Harry, pero lo vio tapando su nariz.

"Ugh... ¿qué demonios... ?", Harry se tapo la nariz mientras afirmaba una mano en su rodilla, inclinado un poco hacía delante. Parecía que estaba a punto de vomitar; sus ojos estaban abiertos y parecía hacer arcadas mientras tapaba su boca y nariz.