Capítulo 46 "Los lazos"

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"El vínculo que te une a tu verdadera familia no es el de la sangre, sino el del respeto y la alegría que tú sientes por las vidas de ellos y ellos por la tuya."
Autor desconocido

Paola

Vi como Pía sacaba el cuerpo de Analia y lo metía en su coche, vi como Tretan y Samuel ataban al padre de Analia y lo metían en la cajuela del auto, estaba herido y podía ver como chorreaba su sangre por el suelo mientras lo metían en la cajuela.

No quería separarme de Analia así que le rogué a Pía que me dejara ir con ella a donde sea que fuera con el cuerpo, pero se negaba.

-Es mi MEJOR AMIGA - Pía me miró de arriba abajo.

- ¿Hace cuanto que no bebes agua o comes algo?- No entendí por qué preguntaba eso así que camine hacia ella, saliendo de la casa y dándome los primeros rayos del sol en la cara y haciendo que todo mi cuerpo se sintiera pesado y la sensación de estar muriendo se volviera presente, un sudor frío recorrió mi espalda y comencé a notar como lengua y toda mi boca se comenzaba secar parecía que toda mi vitalidad se desvanecía, era un vampiro la luz del sol me mataba lentamente me sentía como cuando Damon está muriendo por una mordida de lobo y se quiere quemar para acabar con el sufrimiento.

No estaba enferma por no haber comido en días o por haber tomado agua, mi alma estaba muerta y mi cuerpo no entendía como vivir si mi otra mitad.

Nos dijeron que el amor de tu vida iba a estar en donde menos lo esperabas, la iglesia nos dijo que tendría que ser hombre y que te tendrías que casarte, nos metieron tanta mierda que cuando por fin encuentras al amor de tu vida te confundes y no entiendes que él lo que está pasando, ella era todos mis clichés, ella tenía mi hilo rojo ella era mi otra mitad, ella era el sol y yo la luna.

El amor de tu vida puedes ser tu mismo o en mi caso mi mejor amiga que hoy está en un auto muerta.

No sé cómo sucedió no tengo recuerdos después de las palabras de Pía, pero aparecí en mi casa en mi cama con alguien tocando mu cabello lentamente, abrir los ojos fin la cosa más difícil que había hecho en años, pero la vi mi madre acariciaba mi cabello y mi padre estaba mi lado con su típica sonrisa de preocupación, les sonreí como pude, él apretó mi mano para que supiera que estaban ahí que no los estaba imaginado.

No sabía que les habían dicho los Olaet y tampoco pregunté no quería hablar de eso y si sabían sobre Analia todo iba a empeorar y no estaba preparada.Me sentía agobiada por toda la mierda que estaba pasando y yo sé que podía soportarlo aunque apenas y si yo me estaba muriendo y no siquiera podía sentido todo como se estaría sintiendo Lilyet que es tan sentimental y empática.

En la noche salí de mi habitación para poder comer mi madre me dijo que no era necesario, pero si lo era ya no podía estar más encerrada ni un segundo más yo no soy de las que llora, comer fue difícil mi estómago parecía no entender por qué lo alimentaba después de tanto.

La cena se me hizo eterna no parecía que la comida se acabará nunca y eso hacía que solo quiera explotar y que todo acabará en ese mismo instante, agarre mi plato y lleve a la cocina la puerta que daba hacia el patio estaba abierta y todo en mí decía que corra y que escape que la venganza aún no había terminado que esto recién empezaba que busque a Felipe y lo mate, estaba descalza con el pijama y un moño el arma más cercana era el cuchillo con el que cortaba el pan, pero no lo necesitaba tenía dos manos y eso era que suficiente para mi venganza.

Así que me acerque a la puerta sigilosamente como si supiera que alguien me está vigilando y la abrí.

-¿A dónde vas?- Kataia su rostro estaba pálido y se veía cansada, así que solo me acerque a ella y toque su mejilla.

Lo que me oculta la noche|PaulinaMarsicano [Trilogía Oculta I] [COMPLETA]Where stories live. Discover now